Improvisación
Soy representante de una empresa con tres sucursales, una de las cuales se encuentra emplazada en el casco histórico del municipio de Alcalá de Henares desde hace 20 años.
Actualmente existe un plan de peatonalización de nuestro hermoso y amplio casco antiguo, que pretende preservarlo de la circulación del tráfico rodado. Objetivo unánime de todos los ciudadanos, aunque con muchos matices. Este plan carece de estudios previos sobre el impacto socio-económico que va a causar en la zona. Y se pone en marcha sin un estudio fiable sobre la sobrecarga perimetral que va a sufrir el tráfico de...
Soy representante de una empresa con tres sucursales, una de las cuales se encuentra emplazada en el casco histórico del municipio de Alcalá de Henares desde hace 20 años.
Actualmente existe un plan de peatonalización de nuestro hermoso y amplio casco antiguo, que pretende preservarlo de la circulación del tráfico rodado. Objetivo unánime de todos los ciudadanos, aunque con muchos matices. Este plan carece de estudios previos sobre el impacto socio-económico que va a causar en la zona. Y se pone en marcha sin un estudio fiable sobre la sobrecarga perimetral que va a sufrir el tráfico de vehículos.
La improvisación es tal que se han construido dos aparcamientos (uno de ellos aún está sin acabar) con carácter provisional, y el alcance de los estudios e inversiones previos es nulo, como se demuestra de la única participación en él de un perito municipal, un concejal y el alcalde, con un presupuesto total de un millón de euros.
Hasta aquí la cosa no sería muy grave si no fuera porque las calles afectadas por este cierre (mediante bolardos) son 84, y se pone en marcha tras una campaña de información al ciudadano (que ha resultado desinformante).
No resultaría tan grave si no fuera, además, porque al comercio afectado no se le ha consultado y al ciudadano no le han contado toda la verdad. Y tampoco si no estuviera en marcha un Plan General de Ordenación Urbana que prevé un crecimiento desmesurado de la ciudad.
Este plan, que va a dejar la localidad de Alcalá de Henares partida en dos mitades simétricas por la autovía N-II, va a necesitar clientes potenciales por miles, y el dramático e improvisado cierre del centro urbano va a provocar una emigración importante hacia estas nuevas zonas.
La voraz especulación que está llevando a esta ciudad a crecer hasta duplicarse en superficie en un espacio de 20 años, y la feroz implantación de grandes superficies (la más alta de la Comunidad de Madrid), van a convertir, junto con el plan de peatonalización, el Patrimonio de la Humanidad de esta ciudad en un cementerio. Con el perjuicio consiguiente a empresas y vecinos del centro y sus alrededores.
Por favor, que alguien haga algo para evitarlo.