Rafael Lozano | Perfil

Algo más que el escalafón

Testigo y protagonista en una pieza. El nuevo consejero delegado de Amper, que va a compartir las responsabilidades ejecutivas del grupo con el presidente, Enrique Used, es un hombre de la casa de toda la vida. Rafael Lozano lleva en Amper un cuarto de siglo y ha vivido en sus carnes y en su nómina todas las transformaciones y vicisitudes de la compañía. Se incorporó en 1976 a una empresa industrial en expansión, que seis años después fue adquirida en su totalidad por su principal cliente, Telefónica, vivió después la entrada de nuevos accionistas y su salida a Bolsa en 1986. En todo ese tiemp...

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Testigo y protagonista en una pieza. El nuevo consejero delegado de Amper, que va a compartir las responsabilidades ejecutivas del grupo con el presidente, Enrique Used, es un hombre de la casa de toda la vida. Rafael Lozano lleva en Amper un cuarto de siglo y ha vivido en sus carnes y en su nómina todas las transformaciones y vicisitudes de la compañía. Se incorporó en 1976 a una empresa industrial en expansión, que seis años después fue adquirida en su totalidad por su principal cliente, Telefónica, vivió después la entrada de nuevos accionistas y su salida a Bolsa en 1986. En todo ese tiempo ha sido espectador privilegiado y protagonista del cambio tecnológico de un mero fabricante de equipos de telecomunicación nacional, con cartera de pedidos asegurada por Telefónica, en un grupo multinacional de integración de sistemas orientado al servicio de las necesidades concretas de cada cliente y a las nuevas tecnologías.

Los cambios han sido tantos en la empresa que han afectado incluso a su nuevo cargo. La figura de consejero delegado -que ahora se resucita- había desaparecido en Amper en 1999, cuando el presidente Used asumió todas las responsabilidades ejecutivas. Lozano, onubense de 51 años, casado y con dos hijos, y licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla (cuenta, además, con varios masters y diplomaturas en Economía y Dirección de Empresas), ha vivido toda esta última etapa en la sala de mandos de Amper: secretario general del grupo, consejero y adjunto al presidente.

Su afición por la técnica y la informática -es uno de los pioneros en España en la utilización intensiva de las aplicaciones de la telefonía móvil avanzada- le ha ayudado a no perder pie en los sucesivos cambios de rumbo tecnológico de Amper. Sus otras grandes aficiones, los libros de historia, la natación y sobre todo el cine (ha sido presidente de un cineclub y es un apasionado admirador del italiano Luchino Visconti, que entre otras películas famosas ha dirigido El Gatopardo), también podrían ayudar a explicar su faceta de superviviente en todos los cambios de accionistas, equipos directivos y regulaciones de empleo que se han sucedido en las últimas décadas en la metamorfosis del viejo fabricante de equipos de telecomunicación.

Los viajes, tanto profesionales como familiares (conoce más de cuarenta países), completan el perfil del nuevo consejero delegado.

SCIAMMARELLA

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