Reportaje:COYUNTURA INTERNACIONAL

La encrucijada de la OPEP

El cartel pierde mercado frente a sus rivales en su afán por subir los precios

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no logra encajar la nueva situación del mercado petrolero. Mientras el cartel baja la producción para impulsar los precios, sus rivales (antes aliados) de fuera de la organización extraen cada vez más crudo y, además de frenar la cotización, le quitan mercado. El cartel debe decidir qué prefiere, si más precio o más clientes.

La elección del ministro de Energía y Minas de Venezuela, Álvaro Silva Calderón, como nuevo secretario general de la OPEP tras la cumbre que celebró el cartel el miércoles pasado es el último intento de los ...

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La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no logra encajar la nueva situación del mercado petrolero. Mientras el cartel baja la producción para impulsar los precios, sus rivales (antes aliados) de fuera de la organización extraen cada vez más crudo y, además de frenar la cotización, le quitan mercado. El cartel debe decidir qué prefiere, si más precio o más clientes.

La elección del ministro de Energía y Minas de Venezuela, Álvaro Silva Calderón, como nuevo secretario general de la OPEP tras la cumbre que celebró el cartel el miércoles pasado es el último intento de los 11 miembros para recuperar la fortaleza de la que gozaron hace dos años. Hoy la OPEP está en una encrucijada muy difícil de resolver.

El cartel ha aprobado sucesivos recortes de producción en el último año y medio para impulsar los precios y su nivel actual de extracción es el más bajo de los últimos 11 años. En 1999 había hecho la misma jugada y les había salido muy bien: con su política de recortes lograron subir los precios del crudo de 10 a 30 dólares por barril entre 1999 y finales de 2000. La estrategia del cartel la encabezó la Venezuela del presidente Chávez y de su ministro de Energía de entonces, Alí Rodríguez, que después fue secretario general de la OPEP. Silva Calderón es el sucesor de Rodríguez en todo, primero en el ministerio y ahora en el cartel petrolero.

Silva Calderón ni siquiera tuvo competencia para acceder al cargo de secretario general, era el único candidato. Los 11 miembros del cartel esperan que manteniendo baja la producción, la oferta medre y el precio suban hasta afianzarse en 25 dólares, cosa que no ha sucedido. El crudo se cotizaba el viernes ligeramente por encima de ese precio, pero su media del último año ha sido de 23 dólares.

La OPEP tiene dos grandes problemas para lograr su objetivo, uno es interno y el otro externo a la organización. Y Silva Calderón fue designado para solucionar todo. El problema externo es que los grandes productores de crudo ajenos a la OPEP ya no quieren colaborar con el recorte de producción. Los dos principales dentro de este grupo independiente, Rusia y Noruega, ya han comenzado a elevar su producción. Rusia produjo en mayo 7,2 millones de barriles diarios frente a los 6,9 de enero pasado, y Noruega 3,4 millones de un mínimo de 2,9 en marzo. En general, todos estos países ajenos a la OPEP (en torno a una veintena) han incrementado sin pausas su extracción de crudo. En 1995 producían 40,5 millones de barriles y ya están en los 46,2.

Por contra, la OPEP ha ido reduciendo su producción de un pico de 32,3 millones de barriles diarios en octubre de 2000 a los actuales 27,7 millones para impulsar los precios. El problema de esta táctica es que en el mercado petrolero, como en cualquier otro, si un país reduce la puesta de su producto, el comprador buscará a otro proveedor.

Esta situación ha provocado el problema interno de la OPEP. Algunos de sus miembros se han saltado el nivel de cuotas aprobado por unanimidad en el seno del cartel porque prefieren mantener sus clientes a cobrar más por su producto. Con ello, la oferta ha aumentado más y, por eso, el precio mantiene su tendencia a la baja.

Así que Silva Calderón tiene, por un lado, que lograr que los propios miembros de la OPEP cumplan con las cuotas pactadas y, por el otro, obtener el compromiso de los exportadores independientes de que no producirán más y más para arrebatar mercado a los países de la OPEP. De momento, el cartel se mantuvo firme en su posición de no aumentar su extracción. Pero si para septiembre Silva Calderón no logra un pacto con Rusia y Noruega, es bastante probable que toda la OPEP también prefiera producir más y mantener sus clientes, aún cuando gane menos.

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