OPINIÓN DEL LECTOR

Cólera escolar

Escolarizar a un niño de tres años en Madrid es vivir un auténtico infierno. Los sumisos padres nos ponemos en manos de un sistema de selección arcaico e injusto del que vas rebotando de colegio en colegio por el simple hecho de ser 'normal y corriente': no ganar ni mucho ni poco, tener dos hijos y querer una educación pública para tu descendencia. Y no es sólo las idas y venidas a los distintos colegios, las muchas versiones sobre cómo sigue el proceso una vez que te das cuenta de que no has sido 'afortunado' con la primera escuela elegida, sino, sobre todo, la frialdad con la que dicen que n...

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Escolarizar a un niño de tres años en Madrid es vivir un auténtico infierno. Los sumisos padres nos ponemos en manos de un sistema de selección arcaico e injusto del que vas rebotando de colegio en colegio por el simple hecho de ser 'normal y corriente': no ganar ni mucho ni poco, tener dos hijos y querer una educación pública para tu descendencia. Y no es sólo las idas y venidas a los distintos colegios, las muchas versiones sobre cómo sigue el proceso una vez que te das cuenta de que no has sido 'afortunado' con la primera escuela elegida, sino, sobre todo, la frialdad con la que dicen que no pueden hacer otra cosa.

Recurres, montas en cólera, haces lo imposible..., pero no sirve para nada. Al final, de ese grupo de 200 niños 'despechados' del distrito Centro-Arganzuela con el apellido 'Ver Vacantes', te asignan uno donde hay plazas. Respiras, pero cuando lo vas a matricular descubres que pese a encontrarse a más de dos kilómetros de tu domicilio no hay un sistema de rutas. '... Lo podemos llevar antes de ir a trabajar, y ya veremos cómo lo recogemos a la salida'. Te dicen que la hora de entrada es a las nueve de la mañana, y tampoco hay un sistema de guardería para dejarlo antes de ir a trabajar. Salvo familias muy afortunadas, hoy día ambos cónyuges trabajamos para pagar la hipoteca, y lo más 'normal y corriente' es fichar a la misma hora en la que el niño se sienta en su pupitre. ¿Cómo pretende este Gobierno que incrementemos nuestra natalidad? ¿Dejando de trabajar?

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