Reportaje:Mundial 2002 | Brasil y Alemania preparan la final

'Somos un poco perezosos'

Luiz Pereira, defensa central de Brasil en 1974, analiza su selección

A Edmundo Luiz Pereira (Juazairo, Brasil, 1949) le gusta mover las palmas de las manos dibujando en el aire los movimientos imaginarios de los futbolistas. 'Así se defienden, ¿me entiende? Y así atacan, ¿me entiende?'. A Pereira, aquel majestuoso defensa central de la canarinha en el Mundial de Alemania 74 y ex jugador del Atlético, club en el que ejerce funciones técnicas, no le gusta que se pierdan sus palabras mientras repasa una y otra vez, con el apasionamiento propio de un profesional, los fallos tácticos del equipo brasileño en este campeonato. Y encuentra bastantes a pesar de qu...

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A Edmundo Luiz Pereira (Juazairo, Brasil, 1949) le gusta mover las palmas de las manos dibujando en el aire los movimientos imaginarios de los futbolistas. 'Así se defienden, ¿me entiende? Y así atacan, ¿me entiende?'. A Pereira, aquel majestuoso defensa central de la canarinha en el Mundial de Alemania 74 y ex jugador del Atlético, club en el que ejerce funciones técnicas, no le gusta que se pierdan sus palabras mientras repasa una y otra vez, con el apasionamiento propio de un profesional, los fallos tácticos del equipo brasileño en este campeonato. Y encuentra bastantes a pesar de que reconoce que 'el mejor Brasil fue el que jugó las semifinales contra Turquía porque los defensas supieron estar en su sitio'.

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Pereira no se sorprende de la decisión de Luiz Felipe Scolari de jugar por primera vez en una Copa del Mundo con tres centrales y matiza: 'Brasil, como selección, nunca ha jugado con tres centrales, pero en la Liga brasileña sí hay equipos que usan ese esquema porque Wanderley Luxemburgo lo puso de moda. El problema, eso está claro, no es el sistema, sino cómo lo ejecutan los jugadores en el campo'. Y ahí es donde el veterano jugador, que no rehuye analizar los problemas defensivos del conjunto de su país, encuentra las claves de la teórica fragilidad brasileña -los brasileños sólo han recibido hasta ahora cuatro goles a lo largo del torneo-.

Los laterales. 'No deberían nunca subir a la vez, pero no sólo se lanzan juntos al ataque en tromba, sin acordarse de sus responsabilidades defensivas, sino que, encima, se pasan el balón de banda a banda'.

Sin libre. 'No tenemos un jugador que actúe específicamente como libre y tanto Lucio como Roque Junior podrían cumplir esa función a la perfección. Sin un libre, como pierdas el balón estás perdido'.

Rivaldo. 'Tendríamos que atacar con cuatro jugadores. Con Rivaldo como enganche. Pero el barcelonista no lo hace porque quiere ser el máximo goleador'.

Todos quieren ser brillantes. 'Todos los futbolistas quieren ser brillantes, incluidos los defensas, todos quieren definir arriba. Fíjese en el gol de Edmilson. El más bonito lo metió un defensa'.

Cada cual, por su cuenta. 'No jugamos como un conjunto. Cada cual quiere hacer la guerra por su cuenta'.

Más físico. 'No se puede vover al pasado. Ahora el fútbol es mucho más físico y el jugador brasileño es un poco perezoso para entrenarse'.

Despiste. 'Los jugadores están acostumbrados a sus clubes europeos -sólo Juninho, Kleberson y Gilberto Silva juegan en Brasil- y están un poco despistados en la selección'.

Un cambio peligroso. 'En las tareas de contención tendrían que haber jugado Gilberto Silva y Emerson, que se lesionó antes del torneo; no Kleberson. Ese cambio ha descolocado todo un poco'.

Tocar más. 'A veces, los jugadores deberían tocar más la pelota, tener más paciencia. Pero pierden la cabeza por la facilidad que tienen todos para la jugada individual, el regate y el gol'.

Por contra, en la balanza positiva, Pereira asegura que 'Brasil hace el mejor fútbol' y alaba la recuperación de Ronaldo 'cuando nadie daba un duro por él'. También destaca 'la relación de profunda amistad y comunicación que tienen los jugadores con Scolari'. Para él, no hay 'ninguna duda' de que, analizados uno a uno, los brasileños son 'los mejores jugadores del torneo'.

Finalmente, pese a que no duda en señalar los puntos débiles de su selección, Pereira no tiene ninguna reparo al pronosticar el nuevo campeón mundial. 'Hágame caso, puede apostar por Brasil', afirma con una sonrisa burlona.

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