Varios hombres hieren de gravedad a otro con una pistola de clavos

El arma empleada se usa en trabajos de construcción y carpintería

Un hombre de 35 años, que dijo llamarse Francesco y ser italiano, resultó herido en la cabeza con una pistola de clavos en la madrugada de ayer en la calle del General Ricardos (Carabanchel). En un principio se pensó que había sido tiroteado durante una reyerta, pero un examen médico reveló que Francesco fue herido por dos disparos efectuados con una pistola como las que se usan en construcción y carpintería.

Los hechos ocurrieron sobre las 5.45 en las escaleras de acceso al número 89 de la calle del General Ricardos. Un vecino de este inmueble avisó al 091 del Cuerpo Nacional de Policí...

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Un hombre de 35 años, que dijo llamarse Francesco y ser italiano, resultó herido en la cabeza con una pistola de clavos en la madrugada de ayer en la calle del General Ricardos (Carabanchel). En un principio se pensó que había sido tiroteado durante una reyerta, pero un examen médico reveló que Francesco fue herido por dos disparos efectuados con una pistola como las que se usan en construcción y carpintería.

Los hechos ocurrieron sobre las 5.45 en las escaleras de acceso al número 89 de la calle del General Ricardos. Un vecino de este inmueble avisó al 091 del Cuerpo Nacional de Policía y explicó que acababa de ver desde el balcón de su casa cómo cinco individuos disparaban contra otro hombre. Tras la agresión, los atacantes se marcharon del lugar. Tres de ellos lo hicieron en una furgoneta y los otros dos a pie, según este testigo.

'Como a esa hora había mucho silencio, se oyeron los dos tiros a la perfección', señaló Erika, otra vecina de la calle del General Ricardos. 'Antes habían mantenido una discusión en la calle, pero no entendí lo que decían, parecía que hablaban en extranjero', añadió.

La discusión se registró en las escaleras de acceso al portal. Tras ser tiroteado, Francesco quedó tirado junto a la puerta y, como pudo, se incorporó y caminó unos siete metros, hasta llegar a la barandilla de protección de la calle. La víctima, a pesar de las graves lesiones que padecía, seguía consciente. 'Comenzó a pedir socorro y a decir un nombre muy poco común. Unas chicas se acercaron a él y le ayudaron', continuó esta vecina. El herido, de gran estatura y con el pelo corto, iba vestido con una camiseta a rayas y unos vaqueros, según los testigos.

A cuatro kilómetros

Cuando llegaron los agentes de la comisaría de Carabanchel, Francesco había desaparecido. Sólo quedaba un gran reguero de sangre que llegaba hasta la calzada. La policía montó un dispositivo de búsqueda por el distrito para intentar localizar al herido y a sus agresores. La víctima fue hallada poco después en la plaza del Parterre, junto a la avenida de los Poblados, a unos cuatro kilómetros del lugar de los hechos, según la versión policial.

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Los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil atendieron a Francesco, que presentaba heridas en la región occipital y temporal derechas de la cabeza. Además, tenía una erosión en el cuello.

El herido, que se encontraba consciente pero desorientado, explicó a los médicos que le acababan de pegar dos tiros en la cabeza. Tras ser estabilizado, fue trasladado al hospital Doce de Octubre. Ya en el centro hospitalario, los médicos descartaron la versión del tiroteo. Un examen más detallado permitió descubrir que el ciudadano italiano no sufría heridas de bala, sino que las lesiones que presentaba eran fruto de un clavo o elemento punzante similar, según la versión facilitada por la policía.

Los investigadores han deducido que las heridas pudieron ser causadas con una pistola de clavos, una herramienta que utilizan habitualmente los profesionales de trabajos manuales, como los tapiceros o los carpinteros, y los albañiles.

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