Mundial 2002 | España vuelve a caer en los cuartos de final

Mañana, en Barajas

Con una incontenible carga de indignación, que ni siquiera se atemperó con el paso de las horas, se subió ayer la expedición española al avión que la llevó a Ulsan procedente de Gwangju, el lugar donde se dejó sus ilusiones de hacer historia y no sólo llegar a las semifinales de un Mundial, sino también a la final para... ganarla.

Tal y como estaba previsto en el caso de que se produjera la derrota, el equipo se trasladó rápidamente al aeropuerto de Gwangju y, tras un corto vuelo, llegó a su lugar de concentración, Ulsan, en el que pensaba permanecer hasta el momento de cruzar a Japón, ...

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Con una incontenible carga de indignación, que ni siquiera se atemperó con el paso de las horas, se subió ayer la expedición española al avión que la llevó a Ulsan procedente de Gwangju, el lugar donde se dejó sus ilusiones de hacer historia y no sólo llegar a las semifinales de un Mundial, sino también a la final para... ganarla.

Tal y como estaba previsto en el caso de que se produjera la derrota, el equipo se trasladó rápidamente al aeropuerto de Gwangju y, tras un corto vuelo, llegó a su lugar de concentración, Ulsan, en el que pensaba permanecer hasta el momento de cruzar a Japón, a Yokohama, para disputar la final el día 30.

Mientras los españoles hacían su penúltimo viaje de este Mundial -el último será el del regreso- un vuelo chárter despegaba de Madrid, el mismo aparato que servirá para traerles de regreso. Trece horas después, ese avión aterrizaba en la península coreana.

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Allí esperará hasta que llegue la hora de volver a casa. El despegue se producirá aproximadamente a las diez de la mañana (hora local) desde el aeropuerto de Gimhae, en la cercana ciudad de Busan. Se estima que el vuelo tomará tierra en el de Barajas hacia las cinco de la tarde de mañana lunes.

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