Tercos, pero vivos

Nada cambia a Burning, un grupo que se mantiene terco en su amor apasionado por el rock and roll. Poco importa que en el camino hayan perdido a un primer cantante, Antonio, o hace poco al carismático Pepe Risi, toda una leyenda entre músicos madrileños. Gracias al pianista, compositor y cantante Johnny Cifuentes, el espíritu de los primeros Burning aún sigue vivo. Esto significa perseverar en su pasión por las mujeres o simpatizar con los héroes marginales.

Burning presentaba en vivo las canciones de Altura, su primer disco en casi diez años. Quizá por la oleada que se pad...

Nada cambia a Burning, un grupo que se mantiene terco en su amor apasionado por el rock and roll. Poco importa que en el camino hayan perdido a un primer cantante, Antonio, o hace poco al carismático Pepe Risi, toda una leyenda entre músicos madrileños. Gracias al pianista, compositor y cantante Johnny Cifuentes, el espíritu de los primeros Burning aún sigue vivo. Esto significa perseverar en su pasión por las mujeres o simpatizar con los héroes marginales.

Burning presentaba en vivo las canciones de Altura, su primer disco en casi diez años. Quizá por la oleada que se padece estos días que parece que se cumplen 20 o 25 años de todo (la democracia, la movida, El Penta...), el concierto tuvo demasiados ramalazos nostálgicos. Y eso que repasaron casi el 70% de su disco nuevo, aunque los mayores aplausos los logran con los himnos con los que engancharon con toda una generación: Jim Dinamita, Una noche sin ti, Que hace una chica como tú... Johnny tiene madera para seguir fabricando estupendas canciones, así que le conviene no mirar tanto atrás y convenir con Les Luthiers que la única verdad es que 'cualquier tiempo pasado fue anterior'.