Crónica:Open de EE UU | GOLF

Sergio desafía a Tiger en la última jornada

El español mejoró, se puso segundo y hará el recorrido final con Woods



Enfadado bajo la lluvia, porque creía que el juego debería suspenderse (búnkers inundados y demás) y porque veía desvanecerse la posibilidad de acercarse a Tiger Woods (que estaba ya en la casa club, después de haber empezado a jugar cinco horas antes que el español), perdió los nervios. En la calle del 16º, cuando estaba inmerso en su ritual de 40 segundos de agarrar y soltar el hierro, un grupo de espectadores empezó a contar en alto sus movimientos. También le hablaron de Martina Hingis, su amiga. García no se cortó. Se dirigió a ellos y les enseñó el dedo corazón de s...

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Enfadado bajo la lluvia, porque creía que el juego debería suspenderse (búnkers inundados y demás) y porque veía desvanecerse la posibilidad de acercarse a Tiger Woods (que estaba ya en la casa club, después de haber empezado a jugar cinco horas antes que el español), perdió los nervios. En la calle del 16º, cuando estaba inmerso en su ritual de 40 segundos de agarrar y soltar el hierro, un grupo de espectadores empezó a contar en alto sus movimientos. También le hablaron de Martina Hingis, su amiga. García no se cortó. Se dirigió a ellos y les enseñó el dedo corazón de su mano derecha. Un gesto nunca visto en un campo de golf. Ayer, todo parecía olvidado. Con su mejor sonrisa declaraba que el público había estado encantador; el tiempo, también. Hasta el campo; más manejable, con los greens más blandos, aunque a él le costó adaptarse. Pero mucho más a Tiger, su gran objetivo hoy. Le saca cuatro golpes, pero los problemas que tuvo le han dado moral a Sergio para el gran asalto. Todo está servido.

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