CARTAS AL DIRECTOR

Defensor del anciano

Una aspiración que bulle en la mente de innumerables ciudadanos se centra principalmente en el afán de lograr que sea instituida oficialmente la figura del Defensor del Anciano.

En este sentido, me reconozco pionera de la idea y, como cauce para conseguir su reconocimiento oficial, planteé el asunto en el correspondiente escrito que presenté ante la Consejería de Asuntos Sociales el 12 de febrero de 1999. A pesar del tiempo transcurrido, mi pretensión no ha sido atendida por dicha consejería, ya que no he recibido ningún tipo de respuesta: ni positiva ni negativa.

Precisamente de...

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Una aspiración que bulle en la mente de innumerables ciudadanos se centra principalmente en el afán de lograr que sea instituida oficialmente la figura del Defensor del Anciano.

En este sentido, me reconozco pionera de la idea y, como cauce para conseguir su reconocimiento oficial, planteé el asunto en el correspondiente escrito que presenté ante la Consejería de Asuntos Sociales el 12 de febrero de 1999. A pesar del tiempo transcurrido, mi pretensión no ha sido atendida por dicha consejería, ya que no he recibido ningún tipo de respuesta: ni positiva ni negativa.

Precisamente desde entonces la adhesión que vienen prestando a mi iniciativa diversas asociaciones, federaciones y confederaciones de jubilados es constante y notoria. Respecto a ello deseo referirme en primer lugar al presidente de ADEPEN, ya fallecido, don Orestes Serrano, que, en el número 23 de la revista de su asociación, Mayores, se hacía eco de mi pretensión.

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Recientemente, en carta al director de este periódico, la economista doña Elia Vázquez Ots, refiriéndose al mismo tema y defendiendo mi tesis, abogaba igualmente por que la figura del Defensor del Anciano quede plasmada en ley o disposición análoga ante la desatención manifiesta en que un colectivo tan frágil sobrevive.

Por todo ello, y apelando a la sensibilidad de la autoridad correspondiente, desde estas líneas insisto en mi ruego: que se cree cuanto antes la normativa adecuada.

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