Reportaje:

Un laberinto personal

'Temps i pensament' abre una nueva etapa de Damià Díaz con obras de gran formato y pintura sobre metacrilato

Grandes figuras humanas en movimiento sobre un fondo cristalino, que consigue una doble perspectiva y profundidad, pretenden involucrar al espectador en la exposición que acaba de inaugurarse en el campus de Sant Vicent del Raspeig. Las nuevas creaciones de Damià Díaz (Alicante, 1966) llegan al Museo de la Universidad de Alicante (MUA) después de exhibirse en la Chapelle Sant-Louis de la Salpétrière de París.

La muestra Temps i pensament, que se abre este fin de semana y permanecerá instalada hasta el 27 de julio, tiene dos grandes apartados: El temps, 'un tiempo laberínti...

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Grandes figuras humanas en movimiento sobre un fondo cristalino, que consigue una doble perspectiva y profundidad, pretenden involucrar al espectador en la exposición que acaba de inaugurarse en el campus de Sant Vicent del Raspeig. Las nuevas creaciones de Damià Díaz (Alicante, 1966) llegan al Museo de la Universidad de Alicante (MUA) después de exhibirse en la Chapelle Sant-Louis de la Salpétrière de París.

La muestra Temps i pensament, que se abre este fin de semana y permanecerá instalada hasta el 27 de julio, tiene dos grandes apartados: El temps, 'un tiempo laberíntico para todos que atrapa al hombre y que le apresa diariamente', y por otra parte el pensamiento humano, según explicó ayer Damià Díaz.

Con esta dualidad el artista introduce nuevos mensajes en su obra pictórica como la idea de movimiento, del tiempo, del transcurrir de la vida y del cuerpo como icono. Todos ellos elementos que representan y resumen todas las teorías del conocimiento, según Díaz.

La luz adquiere en esta muestra un protagonismo especial sobre las figuras humanas de vivos coloridos, ya que la luz y el color atraviesan toda la obra de Damià Díaz. La primera secuencia, Tránsito y reflexión, se divide en una serie integrada por 30 planchas translúcidas, que trazan el recorrido imaginario del individuo que en el conjunto insinúa 'un laberinto personal donde el espectador se pierde, y al mismo tiempo se proyecta sobre el espacio', dice Díaz. Un efecto que se consigue gracias a que el artista estampa su pintura sobre el metacrilato para conseguir un juego de sombras, fondos y reflejos sobre el suelo, que involucran al espectador en la exposición.

Estos 30 paneles, de grandes dimensiones, integran esta primera área de la exposición en la que 'el efecto lumínico cambia de tal forma que por la mañana es una exposición distinta a la de la tarde', detalla Damià Díaz. Para completar la serie dedicada al tiempo, se abre una reflexión con tres grandes cubos cristalinos en los que las figuras humanas llegan a ser 'inquietantes'.

Tránsito y Reflexión, el primer gran apartado de la exposición que ocupa 1.200 metros cuadrados en el Museo de la Universidad de Alicante, concluye con una pieza de doce metros de larga y dos de ancho que el artista define como 'autorretrato secuencia', con la que clausura su reflexión temporal.

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El otro gran apartado de la muestra, el final del recorrido, es una gran sala de paredes y suelo negro donde el pensamiento humano es el protagonista. Un total de 72 placas luminiscentes, colocadas sobre el suelo, forman un camino libre repleto de mentes pensantes. 'Experiencias, recuerdos y sensaciones es lo que busco reproducir en esta composición', comentó Díaz. La luz de estos cerebros se consigue con un sistema de serigrafía y zinc fluorescente que permite irradiar luz durante el día y la noche.

Una gran pieza montaje, sobre metacrilato, reproduce un cuerpo humano de grandes dimensiones con un mismo tronco y dos cabezas opuestas, con lo que se cierra la muestra. 'Es el debate interno del ser humano lo que quiero reflejar. Un mismo cuerpo divido siempre por pensamientos distintos', matizó este artista plástico, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Valencia y la École Nationale Supérieure des Arts Visuels de Bruselas.

Damià Díaz inaugura con esta exposición una nueva etapa creativa, después de haber mostrado su obra en Holanda, Alemania, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Italia y Suiza, y desde 1988 también ha expuesto su obra en galerías de arte de Valencia, Mallorca y en Altea, donde además actuó como escenógrafo para diversas obras de las Nits de la Mediterrànea.

Con esta muestra, que recorrerá en un futuro otras salas europeas, Damià Díaz consigue que la pintura, además de arte, se presente también como elemento de discusión en torno al pensamiento y al tiempo.

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