Poderío africano

Cartel de lujo. Con dos músicos importantes de África: el nigeriano Femi Kuti, hijo de una leyenda del continente, y Youssou N'Dour, el más popular de todos los senegaleses. Fiel a la herencia espiritual de su padre, Femi Kuti arriesga un discurso comprometido. Una sección de metales, percusiones, teclados y bailarinas le arropan en una música exuberante en cuanto a formulación y combativa en los mensajes, que llora las miserias de África, denuncia a los corruptos y los mecanismos de explotación, aun a riesgo de su propia vida, e invita a la superación y el cambio.

Factores externos, co...

Cartel de lujo. Con dos músicos importantes de África: el nigeriano Femi Kuti, hijo de una leyenda del continente, y Youssou N'Dour, el más popular de todos los senegaleses. Fiel a la herencia espiritual de su padre, Femi Kuti arriesga un discurso comprometido. Una sección de metales, percusiones, teclados y bailarinas le arropan en una música exuberante en cuanto a formulación y combativa en los mensajes, que llora las miserias de África, denuncia a los corruptos y los mecanismos de explotación, aun a riesgo de su propia vida, e invita a la superación y el cambio.

Factores externos, como la luz diurna durante parte de su actuación, jugaron en contra del cantante y saxofonista de Lagos y su moderno afrobeat. Las limitaciones horarias le abocaron a ofrecer una versión abreviada de uno de sus torrenciales conciertos.

Con la bandera de Senegal desplegada ante los tambores y llevando una camisa de diseño con los mismos colores apareció el más africano de todos los youssous. Está el que canta y graba en su país discos intensos, de ritmos inverosímiles, pero también el que se presenta en conciertos y grabaciones con dosis algo rebajadas para satisfacer a europeos y norteamericanos. Sorprendentemente pudo verse al primero de ellos. Con la energía escénica que enloquece a los senegaleses y esa voz acerada, que nace de las entrañas.

Incluso Seven seconds, su éxito junto a Neneh Cherry, tomó cuerpo de funk y reggae. Futbolero convicto, Youssou N'Dour estaba de celebración por la victoria de Senegal sobre la campeona del mundo. Sus compatriotas vestían camisetas con los nombres de sus héroes y compartieron la desbordante alegría con su ídolo musical, que recordó el resultado en español: 'Senegal uno, Francia nada'.