LA NOTICIA EN LA RED

La FIFA cuelga en la 'web' del Mundial un decálogo sobre buenas conductas

Los sitios de los seguidores ultras constituyen una red paralela en Internet. El movimiento contra la Intolerancia denuncia las conexiones entre las hinchadas radicales del fútbol y los grupos políticos extremistas.

Atropellos y pedradas, vandalismo, lanzadores de bengalas y agresiones de seguidores -incluso a los jugadores de sus equipos por un mal resultado-, recorren los estadios de fútbol de medio mundo. La violencia de los hinchas se ha convertido en un fenómeno global, a una semana del mundial 2002, en Corea y Japón. Su extensión ha obligado a las autoridades a tomar cartas en el asunto.

No es para menos. El Centro Europeo contra el Racismo y la Xenofobia, que coordina una red de información sobre racismo y xenofobia (RAXEN), da cuenta en su última edición, de las vinculaciones entre r...

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Atropellos y pedradas, vandalismo, lanzadores de bengalas y agresiones de seguidores -incluso a los jugadores de sus equipos por un mal resultado-, recorren los estadios de fútbol de medio mundo. La violencia de los hinchas se ha convertido en un fenómeno global, a una semana del mundial 2002, en Corea y Japón. Su extensión ha obligado a las autoridades a tomar cartas en el asunto.

No es para menos. El Centro Europeo contra el Racismo y la Xenofobia, que coordina una red de información sobre racismo y xenofobia (RAXEN), da cuenta en su última edición, de las vinculaciones entre racismo y fútbol en Internet. Un informe que todavía no se puede consultar por la red pero al que se accede (vía correo tradicional), previa petición online.

Más información

En España, el Movimiento contra la Intolerancia informa de 10 actos de violencia en el fútbol desde enero hasta marzo de 2002 en su Código de violencia urbana y agresiones racistas, sin contar los 13 días de mayo que se han saldado con sanciones de la Comisión Antiviolencia a 61 aficionados y 10 clubes de fútbol de primera y segunda división, cifradas en 200.000 euros.

Al cierre de esta edición, la página de la Liga Nacional de Fútol Profesional (LPF) informaba 'de la reunión del grupo creado para estudiar este fenómeno y que componen el Ministerio del Interior, la LPF, la Real Federación Española de Fútbol y expertos'.

La FIFA, que elaboró en julio del 2001 una resolución contra el racismo y que obligará a los estadios a extremar las medidas de seguridad a partir de 2003, ha colgado en la web oficial del Mundial un decálogo de buenas conductas.

Por el bien del juego pide 'el rechazo (...) al racismo, la violencia y otros peligros para nuestro deporte'. Un sitio que también recoge la reunión, celebrada entre el 7 y el 9 de mayo en Amsterdam, de un grupo de expertos en sociología que intercambiaron ideas sobre cómo erradicar el fenómeno. Éstas medidas serán puestas en práctica en el mundial de 2006, según la FIFA.

La Unión Europea (UE) elabora Eurofan, un programa que pretende atajar la violencia en el fútbol combinando medidas policiales con acciones de prevención social; todo bajo el amparo de los clubes. Unos clubes que, al menos los españoles y en Internet, condenan la violencia en sus páginas y evitan dar enlaces a los sitios de sus seguidores radicales.

En estas páginas web, repletas de vínculos a grupos de extrema derecha como Nuevo Orden o Fuerza Aria, aparecen números que están relacionados con la simbología nazi, según la Fundación Daniel Nivel. '14 es la primera y la catorceava letra del alfabeto: A (dolf) y H(itler). 88 es (HH, de Heil Hitler) y 1488 son las 14 palabras que corean estos hinchas', explica el presidente de la fundación que reúne información sobre la violencia en el deporte, investiga medidas preventivas y ofrece apoyo a las víctimas. Estas 14 palabras son: 'Heil Hitler, debemos garantizar la existencia de nuestra raza y un futuro para los niños blancos'.

¿Qué pintan los símbolos en estas web? La respuesta, para el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, es obvia: 'Los fondos ultras de los campos de fútbol son los viveros de los grupos de extrema derecha'.

Ibarra reclama que las autoridades cumplan la ley dentro y fuera de la red. En concreto habla del artículo 515.5 del Código Penal que sanciona con hasta tres años de cárcel a quienes pertenezcan a grupos violentos. Pero no sólo eso: 'Hasta que no se considere a estos grupos como asociaciones ilícitas estarán suspendidos los derechos ciudadanos', dice Ibarra.

Para soluciones drásticas, la de Demofilol en el foro de EL PAÍS: '¿Hinchas violentos? Se estudia lo ocurrido, y dependiendo del daño, el equipo descendería gracias a su hinchada a la 2ª, 3ª o resto de divisiones, así cada club se encargaría de vigilar a sus adeptos'.

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