Tarde de reuniones y teléfonos

El sábado por la tarde, todas las alarmas del PP andaluz empezaron a sonar: Enrique Bellido, presidente provincial de Córdoba, había acusado a Javier Arenas, secretario general del PP, de estar detrás del movimiento de los críticos. La confirmación de lo que inicialmente era una sospecha provocó un cruce de llamadas sinfín y precipitó los acontecimientos, que culminaron ayer con la disolución de los órganos de dirección del PP cordobés.

El hecho de que Juan Ojeda, ex secretario regional del PP, abanderase la rebelión alimentaba esta creencia de la dirección provincial de Córdoba,...

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El sábado por la tarde, todas las alarmas del PP andaluz empezaron a sonar: Enrique Bellido, presidente provincial de Córdoba, había acusado a Javier Arenas, secretario general del PP, de estar detrás del movimiento de los críticos. La confirmación de lo que inicialmente era una sospecha provocó un cruce de llamadas sinfín y precipitó los acontecimientos, que culminaron ayer con la disolución de los órganos de dirección del PP cordobés.

El hecho de que Juan Ojeda, ex secretario regional del PP, abanderase la rebelión alimentaba esta creencia de la dirección provincial de Córdoba, toda vez que Ojeda y Arenas han mantenido durante muchos años una relación privilegiada.

El secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, y el vicesecretario de Organización, José Luis Sanz, se reunieron sobre las 18.00 horas en el hotel Occidental con Bellido y con tres miembros de la dirección provincial partidarios suyos (José Ángel Palomares, José Alberto Lozano y Rosario Palacios). En esa reunión, los dirigentes regionales preguntaron a Bellido qué gestos podía hacer para apaciguar la crisis, a lo que éste respondía de forma moderada, mientras que alguno de los dirigentes que le acompañaban se mostraban contrarios a cualquier acercamiento. Fuentes del PP señalaron que alguno de los acompañantes de Bellido señaló: 'Bajadas de pantalones, ninguna'. Estas fuentes añadieron que Bellido y sus partidarios cuestionaron el hecho de que Rafael Merino vaya a repetir como candidato a la alcaldía de Córdoba, una decisión que ha adoptado Arenas y que ha comunicado ya a Merino aunque todavía no hay designación oficial.

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Desplazamiento

Tras terminar esta reunión, Antonio Sanz y José Luis Sanz se desplazaron al hotel Alfonso XIII, donde habían quedado con Ojeda, Merino y María Jesús Botella. En esta cita, los líderes del sector crítico expusieron los motivos que, en su opinión, habían llevado a esta situación. Hablaron del documento suscrito, de la descoordinación con el equipo de Bellido y de la necesidad de tomar medidas ya. Señalaron que estaban dispuestos a acatar cualquier decisión, pero que no se podía demorar más la intervención de la dirección regional.

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Tras esta reunión, que terminó más allá de las 20.45, Antonio Sanz habló por teléfono con Javier Arenas y Teófila Martínez para comunicarles el resultado de las citas. La suerte estaba echada: 15 minutos más tarde, en la sede regional, Antonio Sanz, vestido de sport, comunicaba a la prensa la disolución de la dirección del PP de Córdoba.

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