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Los horarios del Campeonato Mundial de Fútbol, que se celebrará entre el 31 de Mayo y el 30 de Junio en Japón y Corea, han provocado la alarma entre los tifosi italianos, y, sobre todo, en las empresas en las que trabajan muchos de estos apasionados del calcio. Al contrario que en otras ocasiones, el huso horario obligará a ver los encuentros entre las 7.30 y las 13.30, hora italiana (y española). Momentos álgidos para la producción laboral en empresas como Fiat, Pirelli, o Siemens por no hablar de las oficinas de la administración pública, los bancos o las sedes de las empresas ...

Los horarios del Campeonato Mundial de Fútbol, que se celebrará entre el 31 de Mayo y el 30 de Junio en Japón y Corea, han provocado la alarma entre los tifosi italianos, y, sobre todo, en las empresas en las que trabajan muchos de estos apasionados del calcio. Al contrario que en otras ocasiones, el huso horario obligará a ver los encuentros entre las 7.30 y las 13.30, hora italiana (y española). Momentos álgidos para la producción laboral en empresas como Fiat, Pirelli, o Siemens por no hablar de las oficinas de la administración pública, los bancos o las sedes de las empresas de telefonía. ¿Qué hacer?

Algunas empresas, caso de la Pirelli, que emplea a 7.000 personas en 17 fábricas a lo largo y ancho de Italia, han optado por colocar televisores en los comedores y salas de reposo de sus dependencias, aceptando ampliar las pausas del almuerzo cuando la clasificación lo aconseje. La Siemens, con 11.200 empleados repartidos en nueve fábricas, ha optado por permitir que se sigan los partidos transmitiéndolos por Intranet, es decir utilizando los ordenadores de trabajo. Habrá además, pantallas de televisión en los comedores. Una empresa de telefonía como Omnitel permitirá únicamente a sus trabajadores recibir la información destinada a los propios clientes, gracias a los mensajes Sms.

La Fiat, el grupo privado italiano más importante, con 100.000 empleados, que en los campeonatos de 1990 llegó incluso a un acuerdo con los sindicatos para reducir las jornadas laborales, se ha limitado a asegurar que facilitará en la medida de lo posible el cambio de turno a quien lo pida. Las empresas pequeñas y medianas -las dimensiones industriales más comunes en Italia- han encontrado mejores soluciones. La Flou, por ejemplo, que fabrica muebles, y tiene sede en Milán, se ha mostrado dispuesta a autorizar a sus 130 empleados a reducir la jornada (sin sueldo) para poder seguir los encuentros más interesantes.