Ataque xenófobo a otro templo evangélico en Villa de Vallecas

Diez desconocidos irrumpieron a las 20.45 del pasado sábado en la iglesia evangélica comunidad cristiana Eben-Ezer, sita en la calle de Sierra Tortejada, número 2 (Villa de Vallecas), y agredieron e insultaron con gritos xenófobos a varios inmigrantes hispanoamericanos que en ese momento asistían a una merienda en el interior del templo. Un ecuatoriano se enfrentó a los asaltantes y resultó herido en la cabeza, al ser golpeado por uno de ellos con una silla. Otro inmigrante recibió golpes y arañazos al defender a su compañero. Cuarenta personas que acompañaban a los agresores permanecieron fue...

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Diez desconocidos irrumpieron a las 20.45 del pasado sábado en la iglesia evangélica comunidad cristiana Eben-Ezer, sita en la calle de Sierra Tortejada, número 2 (Villa de Vallecas), y agredieron e insultaron con gritos xenófobos a varios inmigrantes hispanoamericanos que en ese momento asistían a una merienda en el interior del templo. Un ecuatoriano se enfrentó a los asaltantes y resultó herido en la cabeza, al ser golpeado por uno de ellos con una silla. Otro inmigrante recibió golpes y arañazos al defender a su compañero. Cuarenta personas que acompañaban a los agresores permanecieron fuera de la iglesia. El ataque se produjo horas antes de declararse un fuego intencionado en otra iglesia evangélica, ésta rumana, en Arganda del Rey.

Joaquín Yebra, pastor de la iglesia de Villa de Vallecas, está convencido de que el del sábado fue un ataque xenófobo. 'No había duda de que estaban en contra de los inmigrantes, porque gritaban: '¡Vamos a matarlos a todos!', '¡Los inmigrantes son ladrones o asesinos!' . A nosotros también nos amenazaron porque aseguraban que éramos sus compinches', añade. En el grupo, según Yebra, había dos o tres chicos con la cabeza afeitada -'pero no sé si eran cabezas rapadas', dice- y él conoce 'de vista a algunos de ellos'. 'Creo que eran chavales del barrio. Incluso había uno que hace años acudía con cierta frecuencia a nuestra iglesia. Con él llegué a hablar y le pregunté a qué se debía tanta violencia', agrega.

Yebra señala que los agresores no llevaban ningún símbolo. 'Pero no hay duda de que era gente racista, sus gritos tenían un tinte xenófobo. Hubo momentos de gran tensión porque en la iglesia había muchas mujeres con niños pequeños que estaban atemorizados', recuerda. El ataque duró 15 minutos. El grupo se disolvió cuando llegaron los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que fueron avisados por los encargados del templo. 'El ambiente se volvió tan tenso que no tuvimos más remedio que pedir ayuda', explica Joaquín Yebra.

Según fuentes de la iglesia evangélica, en un determinado momento los asaltantes justificaron su agresión alegando que habían estado celebrando una despedida de soltero y que la novia se había quejado de que un inmigrante se había metido con ella. 'Como nosotros somos conocidos por ayudar a los inmigrantes, suponemos que vinieron hasta aquí para ajustar cuentas', indican dichas fuentes.

El local evangélico de Vallecas reparte comidas - cada viernes entre las 13.00 y las 21.00- a unas 1.500 personas necesitadas. La mayoría son inmigrantes. Por eso es normal que se forme una larga fila que despierta la curiosidad de los vecinos del barrio. Pero hasta el pasado sábado no se había producido ningún incidente xenófobo contra la iglesia.

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