Reportaje:

Ni preservativos, ni apio, ni castañas

La alergia al látex aparece a menudo cruzada con reacciones al plátano, las castañas, el aguacate o el kiwi

Una muñeca, un kiwi, un preservativo, una castaña o un globo, pese a su heterogeneidad, pueden tener un punto en común: provocar reacciones alérgicas a las mismas personas. Una de las alergias más recientes que han detectado los especialistas es la reacción al látex -producto muy extendido en material sanitario, pero también presente en la industria del juguete, entre otros sectores-. Y lo más curioso no es sólo el aumento de casos que está creciendo a lo largo de los últimos 15 años, sino las reacciones cruzadas que pude presentar con alimentos tan aparentemente diversos como el plátano, la p...

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Una muñeca, un kiwi, un preservativo, una castaña o un globo, pese a su heterogeneidad, pueden tener un punto en común: provocar reacciones alérgicas a las mismas personas. Una de las alergias más recientes que han detectado los especialistas es la reacción al látex -producto muy extendido en material sanitario, pero también presente en la industria del juguete, entre otros sectores-. Y lo más curioso no es sólo el aumento de casos que está creciendo a lo largo de los últimos 15 años, sino las reacciones cruzadas que pude presentar con alimentos tan aparentemente diversos como el plátano, la papaya, el aguacate, el apio, la castaña o el kiwi.

La razón es simple. Entre los 13 alergenos que se encuentran en el látex, está la heveína, una proteina proveniente del Hevea brasiliensis - planta amazónica también conocida como árbol del hule- con cuya savia se produce este material flexible. Y en las frutas, verduras y frutos secos señalados se encuentran proteínas muy similares a la heveina contra las que también reaccionarán nuestro cuerpo si es sensible al látex.

Antonio Nieto, alergólogo infantil del hospital La Fe de Valencia, se refirió ayer en el XXVI Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergología a las particularidades de las reacciones al látex, en un adelanto de la ponencia que expondrá hoy en la jornada de clausura del encuentro. Entre las especifidades de esta alergia está su carácter reciente. Los primeros casos se detectaron en los años 1927 y 1979, unas situaciones esporádicas que dieron paso a una avalancha de casos a partir de la segunda mitad de la década de 1980. Nieto lo justificó por la aparición del sida y la generalización del empleo del látex como profiláctico. Las llamadas a la aplicación de medidas de asepsia derivaron, por un lado, en el empleo masivo de preservativos en las relaciones sexuales y la extensión al recurso de los guantes de goma entre los profesionales sanitarios, lo que disparó el contacto con los derivados del látex. A ello se añadió que el súbito incremento de la demanda de estos productos cogió a los productores sin reservas de látex, por lo que se acudió a productos poco refinados, lo que aumentó las reacciones entre la población.

Personal médico, menores que han pasado por el quirófano en numerosas ocasiones -y por ello, han estado en contacto con productos de látex por encima de la media-, trabajadores de la industria de caucho o pacientes con predisposición alérgica en general son las principales poblaciones de riesgo. La solución para todos ellos pasa por sustitutivos como la silicona o el propileno, más caros pero más rentables para la salud.

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