Ignacio Tovar y Pedro Calapez dialogan sobre arte contemporáneo a través de 200 lienzos

El CAAC acoge el encuentro entre los estilos de los dos pintores

Ignacio Tovar (Castilleja de la Cuesta, Sevilla, 1947) y Pedro Calapez (Lisboa, 1953) no sabían de su mutua existencia hasta agosto de 2000. Sin embargo, a partir de ahora sus obras se han entrelazado para siempre. Lo suyo es un matrimonio artístico y la agencia en este caso ha sido el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC) de Badajoz. Ambos artistas han pasado 13 meses en un continuo diálogo sobre el arte contemporáneo y el resultado es una contaminación de sus estilos, colores y formas como puede verse en la exposición Madre ...

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Ignacio Tovar (Castilleja de la Cuesta, Sevilla, 1947) y Pedro Calapez (Lisboa, 1953) no sabían de su mutua existencia hasta agosto de 2000. Sin embargo, a partir de ahora sus obras se han entrelazado para siempre. Lo suyo es un matrimonio artístico y la agencia en este caso ha sido el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC) de Badajoz. Ambos artistas han pasado 13 meses en un continuo diálogo sobre el arte contemporáneo y el resultado es una contaminación de sus estilos, colores y formas como puede verse en la exposición Madre Agua que ahora se muestra en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) de Sevilla.

El MEIAC, dentro del ciclo Diálogos en el que hace dos años participaron el andaluz Guillermo Pérez Villalta y el portugués Pedro Proença, les propuso un encuentro a Ignacio Tovar y Pedro Calapez, pintores que parten de la abstracción pero son muy distintos formalmente. La muestra, que ahora se presenta en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla hasta el 14 de julio, reúne más de 200 obras realizadas durante 13 meses a partir de agosto de 2000. Durante este periodo los artistas y el comisario de la exposición, Mariano Navarro, realizaron ocho visitas a sus estudios de Castilleja de la Cuesta y Lisboa. De los encuentros, además de una buena amistad entre ambos, quedan sus conversaciones interminables, que el catálogo de la exposición resume en 60 páginas, y los 'préstamos' sobre el lienzo.

'El diálogo se ha producido sin que ninguno de los artistas haya perdido su singularidad. Ambos utilizan en esta muestra elementos que pertenecen al otro', comenta Mariano Navarro, quien también ha comisariado Andalucía y la modernidad, la última gran exposición que ha realizado el CAAC.

'El trabajo de Pedro Calapez me ha aportado frescura en el uso del color y el uso de los polípticos. Yo había usado el díptico, pero siempre como una obra única que continuaba en otro lienzo', explica Ignacio Tovar.

'Robamos todo el tiempo, esa es la verdad y en este proyecto el robo ha sido muy productivo', bromea Pedro Calapez que ha incorporado a su pintura, antes totalmente abstractas, elementos figurativos aislados propios de la obra de Tovar.

'Ha sido una cita a ciegas y ha funcionado gracias a la generosidad y la honestidad de ambos artistas', afirmó la consejera de Cultura Carmen Calvo durante la inauguración de la muestra el pasado martes. El CAAC y el MEIAC están realizando gestiones para que Madre agua pueda verse también en la Fundación Gulbenkian de Lisboa y en el Instituto Valenciano de Arte Moderno.

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'Los artistas tienen similitudes y, como se trata de una exposición muy amplia, pensé en seleccionar también obra anterior; pero lo cierto es que han producido mucho el año que ha durado el diálogo y no ha sido necesario', aclara el comisario. Con el uso simbólico del agua como tema, Tovar presenta 10 polípticos (con 37 pinturas) y 39 dibujos, y Calapez cuelga 15 polípticos (150 óleos).

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