La inmigración ilegal y el Sáhara tensan de nuevo las relaciones entre Madrid y Rabat

La inmigración ilegal y el Sáhara Occidental ahondan estos días el contencioso entre España y Marruecos, según señalan fuentes diplomáticas de ambos países. Fue precisamente hace un año cuando la relación hispano-marroquí empezó a deteriorarse después de que el presidente José María Aznar advirtiese, el 25 de abril de 2001, de que el fracaso de la negociación pesquera con Marruecos tendría 'consecuencias'. Seis meses después, el rey Mohamed VI llamó a consultas a su embajador en Madrid.

El ministro del Interior, Mariano Rajoy, resaltó ayer en Tele 5 la ineficacia de la política de Rabat...

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La inmigración ilegal y el Sáhara Occidental ahondan estos días el contencioso entre España y Marruecos, según señalan fuentes diplomáticas de ambos países. Fue precisamente hace un año cuando la relación hispano-marroquí empezó a deteriorarse después de que el presidente José María Aznar advirtiese, el 25 de abril de 2001, de que el fracaso de la negociación pesquera con Marruecos tendría 'consecuencias'. Seis meses después, el rey Mohamed VI llamó a consultas a su embajador en Madrid.

El ministro del Interior, Mariano Rajoy, resaltó ayer en Tele 5 la ineficacia de la política de Rabat para frenar la emigración a juzgar por la llegada de numerosas pateras a las costas andaluzas y canarias. 'Supongo que harán muchos esfuerzos, pero yo, al final, tengo que juzgar resultados y ésos no son muy halagüeños, y hay que decir que hay muchas personas que están perdiendo la vida (...)', declaró.

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Josep Piqué, el titular de Exteriores, pidió, por su parte, en los pasillos del Senado, a su homólogo marroquí, Mohamed Benaissa, que rehúya las 'declaraciones más o menos altisonantes' y contribuya a 'recuperar la normalida diplomática'.

El ministro aludía a una declaración de Benaissa en la que, la semana pasada, acusaba a España de 'chantajear' a Marruecos a propósito del Sáhara. La diplomacia española se desmarcó, el 23 de abril, de EE UU y Francia, que apuestan ahora en la ONU por reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara pero concediendo una autonomía al territorio.

Sólo Benaissa, entre los dirigentes marroquíes, ha reprendido en público al Gobierno español, pero el conjunto de la prensa de Casablanca y Rabat arremete de nuevo estos días, con una virulencia similar a la de los periodos más tensos del año pasado, contra el Ejecutivo de Aznar.

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José Carracao, el senador socialista que interpeló a Piqué en la Cámara alta, destacó los perjuicios que la crisis diplomática ha supuesto para las empresas españolas. Francia se aprovecha y ocupa 'sin ningún pudor' el espacio dejado vacío por España en Marruecos, aseguró.

Respuesta socialista

El PSOE respondió ayer, por boca de su portavoz, Jesús Caldera, a las críticas que el lunes le hizo la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui. Su presidente, Pepe Taboada, le reprochó 'ser muy amigo de Marruecos' en detrimento de los saharauis.

'La posición del PSOE siempre ha sido la de respetar el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui', afirmó Caldera. En vísperas de la visita a Rabat, en diciembre, de José Luis Rodríguez Zapatero, la secretaria de relaciones internacionales, Trinidad Jiménez, pidió, sin embargo, al Polisario que 'diera una oportunidad' a la propuesta de autonomía formulada por James Baker, el enviado especial del secretario general de la ONU para el Sáhara.