Crónica:BALONCESTO

El Pamesa se clasifica para la final de la Saporta

Era su deber y lo ha cumplido con absoluta pulcritud. Tres años después, el Pamesa Valencia volverá a disputar la gran final de la Copa Saporta y tendrá la oportunidad de levantar el primer trofeo europeo de su historia. Un privilegio ganado a pulso tras el ejercicio de madurez y seriedad desplegado ayer en Polonia. No era un momento para las exquisiteces y las filigranas. Y desde luego, no lo fue. El espectáculo estuvo repleto de imperfecciones. Pero sí se imponían otros rasgos como la personalidad, el autocontrol y la inteligencia. Y a esta filosofía se encomendó el conjunto de Luis Casimiro...

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Era su deber y lo ha cumplido con absoluta pulcritud. Tres años después, el Pamesa Valencia volverá a disputar la gran final de la Copa Saporta y tendrá la oportunidad de levantar el primer trofeo europeo de su historia. Un privilegio ganado a pulso tras el ejercicio de madurez y seriedad desplegado ayer en Polonia. No era un momento para las exquisiteces y las filigranas. Y desde luego, no lo fue. El espectáculo estuvo repleto de imperfecciones. Pero sí se imponían otros rasgos como la personalidad, el autocontrol y la inteligencia. Y a esta filosofía se encomendó el conjunto de Luis Casimiro para doblegar a un rival sobrado de actitud pero deficitario en aptitud.

Se esperaba un mayor sufrimiento. Con un ambiente y una escenográfía impactantes, existía el recelo de asistir a momentos más o menos comprometidos. Falsa intuición. Todos los temores se desvanecieron a los pocos minutos. Con más facilidad de la prevista, casi con un simple chasquido de dedos, el Pamesa delimitó las funciones de cada equipo. La jerarquía era para los valencianos; la sumisión pertenecía al conjunto polaco. Y así iba a transcurrir el choque. Al conjunto valenciano le bastó el primer impulso para evitar cualquier equívoco. Y ya no hubo tiempo para las injerencias. El trabajo quedó hecho y bien hecho. Y la final, servida. Será el próximo día 30 de abril en Lyón ante el Siena italiano. Un momento para la historia.

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ANWIL, 53 - PAMESA, 58

Wloclawek: O´Bannon (12), Santangelo (14), Nordgaard (6), Koul (6), Savanovic (3) -cinco inicial- Andruska (3), Griszczuk (5), Prawica, Anzulovic (2), Silobad (2).
Pamesa: Rodilla (5), Luengo (6), Paraíso (10), Hopkins (6), Alston (18) -cinco inicial- Millera (2), Schmidt (7), Elson (4), Clifford.
Árbitros: Zarif (Israel), Mattioli (Italia).
Unos 5.000 espectadores en el pabellón Champions Hall.
Semifinal vuelta de la Copa Saporta. El partido de ida acabó 77-65.

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