El Joventut se pierde otra vez

Lo que le está sucediendo al DKV Joventut de un tiempo a esta parte es poco menos que inexplicable. Ayer, cuando estaba en disposición de dar cuenta del Cáceres con relativa placidez (73-60, a seis minutos del final), se complicó la vida hasta tal extremo que acabó perdiendo el partido. Para colmo de males, fue su sexta derrota por un margen tan estrecho y, encima, le descabalgó momentáneamente de las ocho posiciones que dan derecho a disputar las eliminatorias finales.

La propensión del Joventut a enredarse suele empezar por los mismos puntos: la carencia de jugadores de banquillo con...

Lo que le está sucediendo al DKV Joventut de un tiempo a esta parte es poco menos que inexplicable. Ayer, cuando estaba en disposición de dar cuenta del Cáceres con relativa placidez (73-60, a seis minutos del final), se complicó la vida hasta tal extremo que acabó perdiendo el partido. Para colmo de males, fue su sexta derrota por un margen tan estrecho y, encima, le descabalgó momentáneamente de las ocho posiciones que dan derecho a disputar las eliminatorias finales.

La propensión del Joventut a enredarse suele empezar por los mismos puntos: la carencia de jugadores de banquillo con más consistencia y las reacciones extemporáneas de uno de sus pilares, el estadounidense Beard. Una de sus salidas de tono fue castigada ayer por Sancha con una falta técnica y la consiguiente eliminación. Empezó entonces el tembleque en el Joventut. El Cáceres logró un parcial de 0-8 y se adelantó, 79-80, a falta de 36 segundos. Jofresa estuvo a punto de forzar la prórroga. Pero, con el reloj a cero, Palmer fue objeto de una falta y sentenció desde la línea de tiros libres.

Manel Comas, el entrenador del Joventut, estaba que echaba humo: 'El partido resume lo que ha sido la temporada. Nos acordamos de la última jugada, pero no de los 13 puntos de renta que teníamos. A veces jugamos para la galería y fuera del guión y esto provoca parciales negativos que nos descentran. Nos aceleramos y eso pasa factura. Debemos olvidarnos de los play-offs porque, con presión, hacemos disparates'.

Lo que le está sucediendo al DKV Joventut de un tiempo a esta parte es poco menos que inexplicable. Ayer, cuando estaba en disposición de dar cuenta del Cáceres con relativa placidez (73-60, a seis minutos del final), se complicó la vida hasta tal extremo que acabó perdiendo el partido. Para colmo de males, fue su sexta derrota por un margen tan estrecho y, encima, le descabalgó momentáneamente de las ocho posiciones que dan derecho a disputar las eliminatorias finales.

La propensión del Joventut a enredarse suele empezar por los mismos puntos: la carencia de jugadores de banquillo con más consistencia y las reacciones extemporáneas de uno de sus pilares, el estadounidense Beard. Una de sus salidas de tono fue castigada ayer por Sancha con una falta técnica y la consiguiente eliminación. Empezó entonces el tembleque en el Joventut. El Cáceres logró un parcial de 0-8 y se adelantó, 79-80, a falta de 36 segundos. Jofresa estuvo a punto de forzar la prórroga. Pero, con el reloj a cero, Palmer fue objeto de una falta y sentenció desde la línea de tiros libres.

Manel Comas, el entrenador del Joventut, estaba que echaba humo: 'El partido resume lo que ha sido la temporada. Nos acordamos de la última jugada, pero no de los 13 puntos de renta que teníamos. A veces jugamos para la galería y fuera del guión y esto provoca parciales negativos que nos descentran. Nos aceleramos y eso pasa factura. Debemos olvidarnos de los play-offs porque, con presión, hacemos disparates'.