Cinco meses para regresar a casa

Las 32 viviendas de que consta el edificio siniestrado en el paseo de La Habana se encuentran deshabitadas desde que, el jueves, el incendio dejara arrasado parte del inmueble. Según explicó ayer el administrador de la finca, los vecinos habían pasado la noche en casas de familiares o amigos, ya que las casas han quedado dañadas por las llamas y el humo. El Ayuntamiento de Madrid les ofreció alojamiento en hostales de la zona, pero todos lo rechazaron.

Ahora queda la parte más larga posterior al siniestro: la reconstrucción de todo lo destruido por las llamas. Una cuadrilla de operarios...

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Las 32 viviendas de que consta el edificio siniestrado en el paseo de La Habana se encuentran deshabitadas desde que, el jueves, el incendio dejara arrasado parte del inmueble. Según explicó ayer el administrador de la finca, los vecinos habían pasado la noche en casas de familiares o amigos, ya que las casas han quedado dañadas por las llamas y el humo. El Ayuntamiento de Madrid les ofreció alojamiento en hostales de la zona, pero todos lo rechazaron.

Ahora queda la parte más larga posterior al siniestro: la reconstrucción de todo lo destruido por las llamas. Una cuadrilla de operarios comenzó a reponer las puertas de acceso a las viviendas que quedaron destruidas por el fuego. Tuvieron que cambiar 16, según el administrador.

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La comunidad se encargará ahora de pedir presupuesto a distintas empresas de reformas y de contratar a un arquitecto que supervise los trabajos. Después deberán recibir el visado de los trabajos del Colegio de Arquitectos, lo que supone que las obras se demorarán entre tres y cinco meses, según el administrador.

Mientras, agentes de la Brigada de Policía Científica recogieron durante todo el día restos del portal y de las escaleras del edificio para intentar determinar las causas por las que se originaron las llamas. 'Está muy complicado, porque todo ha quedado calcinado y no logran dar con ello. Parece que irá para largo', comentó el portero de la finca, Pablo Maganto.

Algunos vecinos se acercaron a lo largo del día de ayer por sus pisos para recoger algunas pertenencias y para acompañar a los peritos de las compañías aseguradoras. 'Ha sido una verdadera desgracia que hayan muerto cuatro personas', decía una mujer.

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La comunidad de vecinos ha contratado vigilancia privada para evitar que se registren robos en el interior de las viviendas, ya que se encuentran todas deshabitadas.

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