Un escolta muere en un tiroteo con la Guardia Civil

El guardaespaldas disparó a los agentes en San Sebastián al creer que eran etarras

'Ha muerto por salvarme la vida', acertó a decir la concejal socialista Ainhoa Villanúa, todavía conmocionada. Joseba Andoni Urdaniz, un escolta privado con amplia experiencia, la seguía como una sombra desde agosto pasado y ayer precisamente era su último día de trabajo con ella.

Acababan de desayunar en el bar Lambroa, en el paseo de Larratxo, en el barrio donostiarra de Alza, frente al domicilio de la edil. El escolta se adelantó para examinar la calle y vio a tres hombres armados y vestidos de paisano. Creyó que eran terroristas que venían a por su protegida y abrió fuego. El cabo p...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

'Ha muerto por salvarme la vida', acertó a decir la concejal socialista Ainhoa Villanúa, todavía conmocionada. Joseba Andoni Urdaniz, un escolta privado con amplia experiencia, la seguía como una sombra desde agosto pasado y ayer precisamente era su último día de trabajo con ella.

Acababan de desayunar en el bar Lambroa, en el paseo de Larratxo, en el barrio donostiarra de Alza, frente al domicilio de la edil. El escolta se adelantó para examinar la calle y vio a tres hombres armados y vestidos de paisano. Creyó que eran terroristas que venían a por su protegida y abrió fuego. El cabo primero R. G. R., de 29 años, recibió tres impactos: dos se incrustaron en el chaleco antibalas y el tercero le atravesó el muslo izquierdo. Según la versión del Ministerio del Interior, el mismo agente repelió la agresión. Joseba Andoni resultó alcanzado en el pecho y cayó en el centro de la calle sobre un charco de sangre. Allí quedó hasta que a las 11.30 el juez ordenó el levantamiento del cadáver. El guardia civil fue intervenido en el hospital Donostia, donde quedó ingresado con pronóstico grave.

Los tres delincuentes comunes, cuya captura provocó el trágico error, fueron detenidos con dos pistolas en su poder antes de que entrasen en la oficina bancaria que se disponían a atracar. Todos los grupos del Ayuntamiento de San Sebastián, salvo Batasuna, lamentaron la muerte del escolta.

Archivado En