Crónica:La jornada de Liga | FÚTBOL

El Athletic pierde la vergüenza

El Celta consigue una goleada histórica en San Mamés gracias al pulmón de Vagner

Unos partidos se ganan, otros se pierden, incluso algunos se empatan sin saber por qué. Lo malo es perder la vergüenza. Y el Athletic la tiró por los suelos en San Mamés, en un momento presuntamente estelar y ante un Celta que se limitó a hacer lo que sabe: aprovechar las ocasiones y tirar de oficio para conseguir pasar a la historia de la Catedral. Vagner y diez más le hicieron seis goles al Athletic o a lo que, a juzgar por las camisetas, parecía el Athletic.

¿Y cómo explicar que el Celta no hizo un partidazo cuando marcó seis goles fuera de su casa? La respuesta no está en el ...

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Unos partidos se ganan, otros se pierden, incluso algunos se empatan sin saber por qué. Lo malo es perder la vergüenza. Y el Athletic la tiró por los suelos en San Mamés, en un momento presuntamente estelar y ante un Celta que se limitó a hacer lo que sabe: aprovechar las ocasiones y tirar de oficio para conseguir pasar a la historia de la Catedral. Vagner y diez más le hicieron seis goles al Athletic o a lo que, a juzgar por las camisetas, parecía el Athletic.

¿Y cómo explicar que el Celta no hizo un partidazo cuando marcó seis goles fuera de su casa? La respuesta no está en el viento, sino en el contrario.

Sabido es que en la Liga española, presuntamente la mejor de Europa, urgen los defensas, una especie a extinguir, pero en el Athletic es una cuestión de extrema necesidad. Convendría que Heynckes y la pléyade de rectores del club hicieran suyas las palabras de Mané, hace una semana, cuando recordó a sus futbolistas que en agosto suele 'ventilar el vestuario'. El Athletic huele a alcanfor que apesta. Y por eso ayer, en San Mamés, se añoraba a Alkorta, Urrutia y así. Tirando de viejos, conviene elegir calidad. Hoy por hoy, no tienen sustitutos.

ATHLETIC 1| CELTA 6

Athletic: Lafuente; Larrainzar, Lacruz, Ocio (Javi González, m. 46) Larrazabal; Tiko, Orbaiz (Óscar Vales, m. 68), Alkiza, Ezquerro; Joseba Etxeberria (Cuéllar, m. 63) y Urzaiz. Celta: Cavallero; Méndez, Cáceres, Sergio, Juanfran; Vagner, Luccin; Karpin (Doriva, m. 78), Mostovoi (Maurice, m. 78), Gustavo López (Jesuli, m. 12); y Catanha. Goles: 0-1. M. 16. Catanha cabecea en el primer palo un libre indirecto de Mostovoi. 0-2. M. 20. Vagner, desde fuera del área, tras una jugada personal. 1-2. M. 40. Urzaiz empuja con la puntera en el área pequeña tras un disparo de Etxeberria y un toque de Ezquerro. 1-3. M. 64. Luccin, desde fuera del área, bate a Lafuente con un tiro ajustado al poste. 1-4. M. 70. Karpin cabecea un libre indirecto anticipándose a la defensa. 1-5. M. 76. Jesuli culmina un contragolpe. 1-6. M. 81. Maurice, tras una asistencia de Jesuli. Árbitro: Ansuategi Roca. Amonestó a Urzaiz y Tiko, que no podrá jugar el próximo partido. Unos 38.000 espectadores en San Mamés y gran pitada final al Athletic. ATHLETIC

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En ese debate escarbó el Celta todas sus opciones. Curiosamente, lo logró sin apelar a Mostovoi, desaparecido en combate, ni a Karpin, que sólo dejó huella en su presunta amistad con Ansuategui Roca, que le perdonó tres tarjetas amarillas en otras tantas entradas alevosas. El Celta tiró de pulmón, es decir de Vagner, inconmesurable, y de Luccin, infranqueble -ambos marcaron desde fuera del área-, lo que dice poco de un Athlétic que adelantó las vacaciones de Semana Santa. Con decir que la cobertura rojiblanca se defendió a balón parado por detrás del delantero está dicho todo sobre las carencias de un equipo que cuando de ajustar la retaguardia se trata parece una banda.

No puede decirse que Heynckes se sobrepusiera a los efectos del calor Casi todas sus decisiones resultaron erróneas: mantuvo a Larrainzar los 90 minutos, hizo lo propio con Orbaiz a pesar de que se ausentó del partido cuando Ansuategui lo inició y perseveró con Ezquerro, probablemente el futbolista en peor forma del Athletic. De Tiko no hubo noticias. Como quiera que Víctor Fernández había aleccionado a sus jugadores para que evitaran las faltas al borde del área, y lo cumplieron a rajatabla, el nuevo internacional de Camacho no existió: tiró una falta lejanísima contra la barrera y cuando tuvo la oportunidad, al borde del área, se la dejó a Larrainzar, el jugador más desafortunado del Athletic. Falta de carácter se llama esa figura.

Y, en ese debate absurdo del Athletic, el Celta se hartó de marcar goles. No necesitó ni siquiera ser el Celta sutil, el del toque preciso, el malabarista. No. Tiró de Vagner, de Luccin, de Jesuli..., para convertir en gol cada ocasión propiciada: ahora de cabeza, ahora desde fuera del área, ahora me apetece el contragolpe.

Víctor Fernández anuló primero a Heynckes y luego el Athletic se autoanuló por su impericia, por su falta de técnica y, lo que es peor, por su falta de actitud. Ni con el 1-2 reaccionó el Athletic. Demasiada ventaja para un Celta que, si le dejan jugar, asesina al más pintado. Pero no deja de ser curioso que una histórica goleada se basara en dos futbolistas musculares, Luccin y Vagner. ¿Cómo explicar que un equipo que no se defiende, el Celta, sea capaz de golear en San Mamés cuando se juega Europa? La explicación es sencilla: nadie en la Liga española se defiende peor que el Athletic. Por eso perdió la vergüenza y el partido. Y desangeló al respetable. Y gratificó al Celta para que siga acumulando méritos en virtud de su buen juego, aunque no le correspondan los honores.

Vales y Javi González, al fondo, se lamentan por el sexto gol.TXETXU BERRUEZO

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