En la nieve y con motor
Son el último juguete para disfrutar en la montaña. Nacieron como vehículos de transporte en los países más fríos y se han convertido en el complemento ideal de una jornada en la nieve. Además de diversión, las motos de nieve aportan libertad de movimiento para alcanzar zonas nevadas lejos de las pistas y zonas acotadas de las estaciones de esquí. Hay una gran variedad de modelos para alquilar y comprar, y todos garantizan nuevas sensaciones: quien las prueba repite.
Las motos de nieve han desbancado a los trineos como medio de transporte habitual en muchas poblaciones de Escandinavia, ...
Son el último juguete para disfrutar en la montaña. Nacieron como vehículos de transporte en los países más fríos y se han convertido en el complemento ideal de una jornada en la nieve. Además de diversión, las motos de nieve aportan libertad de movimiento para alcanzar zonas nevadas lejos de las pistas y zonas acotadas de las estaciones de esquí. Hay una gran variedad de modelos para alquilar y comprar, y todos garantizan nuevas sensaciones: quien las prueba repite.
Trineos mecánicos
Las motos de nieve han desbancado a los trineos como medio de transporte habitual en muchas poblaciones de Escandinavia, Canadá y el norte de Estados Unidos. Y son tan populares como los coches. Pero en la Europa más meridional la oferta se concentra en empresas de alquiler y estaciones de esquí, aunque las ventas a particulares están en auge y representan ya el 20% del total: son el nuevo capricho mecánico.
Su principal particularidad está en los zapatos, porque las ruedas convencionales de otros vehículos han dejado paso a dos esquís delanteros y una oruga trasera. Los primeros sirven de dirección y la oruga transmite la potencia al suelo. Pero su forma y características varían mucho según el modelo y el tipo de nieve para el que estén diseñados.
Los modelos deportivos, por ejemplo, buscan ofrecer las mejores prestaciones y la máxima agilidad en lagos helados y terrenos duros. Y llevan esquís estrechos y una oruga con palas cortas. Los turísticos, en cambio, están pensados para excursiones y travesías, y priman la capacidad de adaptación a cualquier superficie. Por eso montan esquís más grandes y palas más profundas en la oruga para no quedarse atascados en zonas de nieve blanda o virgen.
Un invento que surgió del frío
Boletín
Las motos de nieve se inventaron en Canadá y mostraron enseguida sus ventajas frente a los trineos tirados por perros: mayor resistencia, velocidad y fiablidad. Después, han evolucionado para incluir detalles que mejoran su comodidad y aptitudes: faros muy potentes, sistemas de calefacción incluso en los puños y capacidad de arrastre para remolques. Y hay modelos de todos los tipos.
PARA INICIARSE
OFERTA VARIADA. En España hay ya empresas especializadas en el alquiler de motos de nieve. La mayoría ofrecen dos tipos de servicios: excursión o circuito. El primero consiste en una travesía guiada por monitor. Y el otro en dar vueltas a un circuito cerrado. Una hora de excursión cuesta unos 75 euros, y 15 minutos para rodar en circuito, alrededor de 18 euros. Además, hay dos marcas que tienen importador en España. Para alquilar - Cetursa Sierra Nevada, en la estación granadina (958 24 91 00). - Tanau Sports, en Baqueira Beret (973 64 50 90). - Agencia Armengol, en Pas de la Casa; Andorra (0037 632 40 10). - Motor Access, en Madrid (91 502 13 78). Recorridos de 3 y 6 horas por Soria. Desde 120 euros. - Yeti Emotions, en Llavorsi, Lleida (973 62 22 01). - Portaine, en Rialp, Lleida (973 62 08 81). Para comprar - Polaris (902 16 06 06); www.cmpolaris.com. - Bombardier (934 36 10 97); www.jetsmarivent.com.
CÓMO SON Y CÓMO SE CONDUCEN
- DIVERSIÓN CON SEGURIDAD Las motos de nieve combinan las aceleraciones fulgurantes de las motos y los derrapajes controlados de los coches. Pero a pesar de su espectacularidad dan sensación de seguridad. No exigen indumentaria especial, pero el casco es muy recomendable. Y funcionan con gasolina sin plomo y aceite, cada elemento en su propio depósito, aunque no exigen preparar la mezcla. El manillar incluye un acelerador de gatillo en el puño derecho y una maneta de freno en el izquierdo, y los dos actúan sobre la oruga trasera. Además, no llevan marchas y son muy fáciles de conducir, pero sobre todo muy divertidas. La técnica es sencilla: en las curvas se inclina el cuerpo hacia el interior, como en una moto. Y si derrapa al acelerar, hay que girar hacia el lado del que deslice la parte trasera.