Los actores desdramatizan las condiciones del rodaje

Rodar una película de hora y media de acción se presupone duro. Más aún si en parte se localiza en Kosovo, el equipo va escoltado y estalla la guerra en Macedonia, a cien kilómetros de allí. Los actores de Guerreros, sin embargo, quisieron, en la presentación esta semana del filme, quitarle dramatismo. Incluido Eduardo Noriega, quien sufrió un percance en un ojo. 'En una escena recibí un impacto por accidente y tardé un tiempo en recuperar la vista, pero no pasó nada. Es normal cuando cada día hay un peligro, bajar un río, un salto... Pero cuando me reincorporé tenía más ilusión'. Aun a...

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Rodar una película de hora y media de acción se presupone duro. Más aún si en parte se localiza en Kosovo, el equipo va escoltado y estalla la guerra en Macedonia, a cien kilómetros de allí. Los actores de Guerreros, sin embargo, quisieron, en la presentación esta semana del filme, quitarle dramatismo. Incluido Eduardo Noriega, quien sufrió un percance en un ojo. 'En una escena recibí un impacto por accidente y tardé un tiempo en recuperar la vista, pero no pasó nada. Es normal cuando cada día hay un peligro, bajar un río, un salto... Pero cuando me reincorporé tenía más ilusión'. Aun así Daniel Calparsoro, 'el capitán', dice no poder evitar sentirse 'culpable'. 'Al salir del hospital, Eduardo podía haberse retirado del proyecto y, sin embargo, se entregó aún más. Me siento en deuda con él'.

Eloy Azorín, el protagonista de este largometraje coral, se mostró también muy satisfecho con el resultado: 'Ha coincidido la película que queríamos hacer con lo que se ve en pantalla. A los 40 minutos deja de ser cine de acción para ser casi de terror'. 'Como en el libro El señor de las moscas, en el que los niños se pierden en la selva y se vuelven locos', puso como ejemplo Calparsoro.

Los actores recibieron un curso de formación militar en España, ensayaron durante mes y medio y rodaron en Kosovo, la frontera de Montenegro, Huesca, Guadalajara y Madrid. 'Se comenta que fue muy duro y parece que nos hayan matado', afirmó indignado Jordi Vilches, candidato a los Goya por Krampack en 2000. 'Y saltar y correr lo hemos hecho todos en la vida'. Un ejercicio físico que se convirtió casi en una pesadilla para la soldado Carla Pérez, conocida por su participación en Al salir de clase: 'No quería que se me tratara distinto por ser la chica'.

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