Álvaro y Tino se imponen en la Lliga Professional 'd'escala i corda'

La potencia de Álvaro y la fogosidad de Tino fulminaron con todas las de la ley (60-30) a la pareja formada por Solaz y Cervera en la final de la Lliga Professional d'escala i corda, que se disputó ayer por la mañana en un abarrotado trinquete de Pelayo: unos 1.000 espectadores presenciaron una de las partidas más interesantes del año, una de ésas que mantiene de pie a la pelota valenciana, cuyo encanto radica también en los detalles más rancios: el descarado favoritismo del que gozan las autoridades; el celo de los porteros en la puerta; las apuestas; la gente ingeniándoselas como pued...

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La potencia de Álvaro y la fogosidad de Tino fulminaron con todas las de la ley (60-30) a la pareja formada por Solaz y Cervera en la final de la Lliga Professional d'escala i corda, que se disputó ayer por la mañana en un abarrotado trinquete de Pelayo: unos 1.000 espectadores presenciaron una de las partidas más interesantes del año, una de ésas que mantiene de pie a la pelota valenciana, cuyo encanto radica también en los detalles más rancios: el descarado favoritismo del que gozan las autoridades; el celo de los porteros en la puerta; las apuestas; la gente ingeniándoselas como puede para ver la partida... 'Feia temps que no veia açó', comentó el ex pelotari y ahora promotor Fredi ante la expectación que levantó el enfrentamiento: decenas de aficionados se quedaron a las puertas del trinquete sin entrada.

Álvaro (Faura, 1973) y Tino (Valencia, 1970) agitaron un explosivo cóctel que apabulló a Cervera (Alaquàs, 1969) y Solaz (Valencia, 1970). El choque fue desigual. Los pronósticos se cumplieron. Y eso que Solaz, que disputaba su tercera final, se presentó en un excelente momento de forma. Sin embargo, y tras un arranque equilibrado, la partida se rompió, decantándose del lado más bullicioso, del lado de Álvaro, actual campeón individual d'escala i corda, y Tino, un nervioso y espectacular pelotari que ya fue campeón en 2000, aunque en aquella ocasión sus compañeros fueron Oñate y Ribera.

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