SEGURIDAD

El virus 'Yarner' se camufla tras un presunto boletín de noticias

Yarner, a pesar de las apariencias, no es la marca análoga de mercadillo de la Warner, sino el nombre con el que ha sido bautizado un peligroso virus informático que lleva propagándose por Europa desde el pasado día 18. La principal peculiaridad de este patógeno radica en la capacidad de difundir autocopias bajo la apariencia de un boletín de noticias a imitación del distribuido por Trojaner-Info, un célebre portal alemán de seguridad informática.

Para ello, Yarner genera en cada envío una réplica aparentemente proveniente de la dirección webmaster@trojaner-info.de, añadie...

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Yarner, a pesar de las apariencias, no es la marca análoga de mercadillo de la Warner, sino el nombre con el que ha sido bautizado un peligroso virus informático que lleva propagándose por Europa desde el pasado día 18. La principal peculiaridad de este patógeno radica en la capacidad de difundir autocopias bajo la apariencia de un boletín de noticias a imitación del distribuido por Trojaner-Info, un célebre portal alemán de seguridad informática.

Para ello, Yarner genera en cada envío una réplica aparentemente proveniente de la dirección webmaster@trojaner-info.de, añadiendo así un elemento extra de autenticidad al mensaje portador. En el texto, escrito en alemán, se hace entender al destinatario que el portal ha modificado el formato de sus boletines de noticias y que para poder consultar los nuevos debe ejecutar el programa de configuración que se adjunta al correo electrónico.

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De esta forma es el propio internauta quien, engañado, pincha sobre el icono del archivo anexo y permite que el código maligno del virus se active en su ordenador. Se trata, pues, de una prueba más del éxito de la ingeniería social, a través de cuyas vías los autores de virus parecen haberse decidido a canalizar su macabra creatividad, en vista de la sequía de innovaciones tecnológicas que azota al mundo de la virología informática desde octubre del año pasado.

Supone, además, una argucia a nivel legislativo, ya que los códigos penales de algunos países estipulan que no se puede aplicar responsabilidad alguna al creador de un patógeno si no ha sido él quien lo ha activado en un ordenador ajeno.

Por otra parte, la aparición de Yarner pone también de manifiesto la necesidad de emplear códigos cifrados de autenticidad en los boletines de distribución masiva, así como controles antivíricos de rigor a la hora de difundir publicidad por medio de correo electrónico.

La infección de un solo ordenador desde el que se originen envíos a miles de usuarios es capaz de llegar a provocar una epidemia a escala mundial en horas. En el caso de un virus como Yarner, que tras instalarse en el sistema y propagarse a otros ordenadores destruye todos los datos del disco duro, las consecuencias podrían ser más graves que las producidas por algunos de los virus más famosos, como Melissa, I love you e Hybris.

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