Crónica:La jornada de Liga | FÚTBOL

La Real respira en Sevilla

Imposible enumerar de corrido todas las ocasiones de las que dispuso en la tarde de ayer el Sevilla ante la Real Sociedad e imposible también justificar tantos errores ante la portería de Westerveld. Los tres puntos al final acabaron en el bolsillo del que hizo menos méritos, pero que supo aguantar las continuas embestidas de los locales y aprovechar el único despiste defensivo del Sevillista para ganar el partido y salir de los puestos de descenso.

A la primera parte sólo le faltó el gol. Ocasiones, sobraron. El Sevilla tuvo más, muchísimas, pero las más claras fueron para la Real. Ent...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Imposible enumerar de corrido todas las ocasiones de las que dispuso en la tarde de ayer el Sevilla ante la Real Sociedad e imposible también justificar tantos errores ante la portería de Westerveld. Los tres puntos al final acabaron en el bolsillo del que hizo menos méritos, pero que supo aguantar las continuas embestidas de los locales y aprovechar el único despiste defensivo del Sevillista para ganar el partido y salir de los puestos de descenso.

A la primera parte sólo le faltó el gol. Ocasiones, sobraron. El Sevilla tuvo más, muchísimas, pero las más claras fueron para la Real. Entre los sevillistas, hombres como Olivera y Fredi, que reaparecían ayer, saltaron al campo con motivación extra, que añadida a la excesiva vulnerabilidad de la defensa donostiarra permitía que el Sevilla se plantara ante el meta Westerveld casi cada minuto.

SEVILLA 0| REAL SOCIEDAD 1

Sevilla: Notario; Njegus, Javi Navarro, Pablo Alfaro, David; Gallardo, Casquero, Víctor, Fredi (Toedtli, m. 74); Olivera y Moisés. Real Sociedad: Westerveld; López Rekarte (Khokhlov, m. 33), Kvarme, Luiz Alberto, Aranzábal; Xabi Alonso, Aramburu; Tayfun, Idiákez, De Pedro (Jauregi, m. 85); y Kovacevic (De Paula, m. 67). Gol: 0-1. M. 70. De Paula aprovecha un fallo de la defensa para batir a Notario a pase de De Pedro. Árbitro: Esquinas Torres. Amonestó a David y a López Rekarte, De Paula y Alonso. Unos 30.000 espectadores en el Ramón Sánchez Pizjuán.

Pero fallaba el remate definitivo. El ataque del Sevilla echó en falta el toque diferente y preciso del joven Reyes, lesionado desde hace dos semanas, al que seguro que no se le habrían escapado algunos de los balones que se fallaron ayer en el área de ataque local.

Pasado el primer cuarto de hora, el Sevilla redujo el ritmo a la vez que, paradójicamente, empezó a perder precisión. Se estaba viendo un partido bonito, entretenido, el ataque corría de un área a otra, pero faltaba chispa. El Sevilla seguía llegando más, pero la Real firmaba las ocasiones más claras.

Las imprecisiones del Sevilla se volvieron crónicas en la segunda mitad. Quería atacar y lo conseguía, pero no sabía definir. Cada vez que rompía por las bandas, y lo hacía con suma facilidad, se plantaba ante el portero con todos sus hombres de ataque para acabar echando el balón alto, o a las manos de Westerveld, o a los pies del último defensa o pegado al palo....

La Real, mientras, salía al contragolpe con desparpajo, aunque a menudo se chocaba en el muro del centro del campo sevillista. Pero cuando lograba saltárselo, ponía casi siempre en serio peligro la portería de Notario, que salvó bajo los palos más de una ocasión clara. Entonces el balón volvía a los pies del Sevilla, cruzaba al campo de la Real, se acercaba al área de Westerveld y sorprendentemente se perdía en los últimos metros.

Siempre el mismo argumento, hasta el punto de que lo que en cuanto a ocasiones y juego era un partido entretenido, casi acabó siendo predecible. La propia defensa sevillista, siempre seria, se permitió un mínimo despiste con tan mala suerte que dejó a De Paula solo ante Notario y aquel no perdonó. A partir de ahí, el Sevilla empezó a buscar el gol a la desesperada, pensando poco, precipitándose, y si cuando estando sereno no había conseguido marcar, era de esperar que menos iba a lograrlo jugando con prisas.

Sobre la firma

Archivado En