La familia de un cabo muerto al explotar una granada denuncia el mal estado del chaleco que debía protegerle

La familia de Sergio Camas no da crédito todavía a lo ocurrido. El militar, de 25 años, falleció el pasado 15 de enero tras el estallido de una granada que manipulaba durante unas maniobras en el Centro de Adiestramiento de la Sierra del Retín, en Barbate (Cádiz). El padre del fallecido, Francisco Luis Camas, pide que se aclaren las circunstancias en las que falleció Sergio y denuncia que su hijo no llevaba equipo de protección adecuado, ni estaba formado para el manejo y desarticulación de explosivos.

El chaleco antifragmentación que portaba el cabo era viejo, anticuado e inseguro, seg...

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La familia de Sergio Camas no da crédito todavía a lo ocurrido. El militar, de 25 años, falleció el pasado 15 de enero tras el estallido de una granada que manipulaba durante unas maniobras en el Centro de Adiestramiento de la Sierra del Retín, en Barbate (Cádiz). El padre del fallecido, Francisco Luis Camas, pide que se aclaren las circunstancias en las que falleció Sergio y denuncia que su hijo no llevaba equipo de protección adecuado, ni estaba formado para el manejo y desarticulación de explosivos.

El chaleco antifragmentación que portaba el cabo era viejo, anticuado e inseguro, según su familia. 'Si mi hijo hubiera llevado un chaleco en condiciones, se habría salvado', señala Francisco Luis, quien añade que Sergio y sus compañeros ni siquiera llevaban protección en manos, pies y cabeza. Otros dos soldados resultaron con heridas, principalmente en las piernas, tras la explosión de la granada de mano, una de cuyas esquirlas, del tamaño de un perdigón, atravesó el chaleco del joven alojándose en su corazón y causándole la muerte.

El mal estado de estos chalecos llega al extremo de que, según el padre de Sergio, 'cuando se parten o los tienen que ajustar se los llevan a casa para coserlos'. En opinión de su familia, Sergio Camas nunca debió manipular artefactos explosivos, pues no recibió formación para ello.

El cabo pertenecía a la Compañía de Zapadores del Grupo de Apoyo de Servicios al Combate del Tercio de la Armada y sólo había realizado un curso de conducción de vehículos de combate pesados y el correspondiente a cabo profesional. Francisco Luis también ha puesto en tela de juicio la asistencia sanitaria recibida por su hijo, al señalar que en el puesto de socorro no estaba presente ningún médico, por lo que tuvo que ser un enfermero el que le practicara sin éxito la reanimación cardiopulmonar.

La familia Camas no descarta presentar una denuncia contra Defensa, pero esperará al resultado de las diligencias abiertas por un juzgado de Barbate. El ministerio no ha querido aportar su versión de lo sucedido, argumentando que primero debe concluir la investigación interna.

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