Crítica

Steinberg en Schubert y Mahler

Dirigió esta semana el concierto de abono de la Nacional el maestro israelita Pinchas Steinberg (Nueva York, 1945). Pertenece a la generación de Barenboim, Muti, el malogrado Mata o nuestros López Cobos y García Navarro. Triunfador en Centroeuropa con largas estancias en Berlín, Viena y Hamburgo, el trabajo de Steinber al frente de la Orquesta de la Radio Austriaca fue notable, tanto en el campo del repertorio como en el de la música moderna. La biografía sirve para explicar el programa escuchado y la calidad de las versiones de dos compositores ligados a Viena como son Schubert y Mahler. En l...

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Dirigió esta semana el concierto de abono de la Nacional el maestro israelita Pinchas Steinberg (Nueva York, 1945). Pertenece a la generación de Barenboim, Muti, el malogrado Mata o nuestros López Cobos y García Navarro. Triunfador en Centroeuropa con largas estancias en Berlín, Viena y Hamburgo, el trabajo de Steinber al frente de la Orquesta de la Radio Austriaca fue notable, tanto en el campo del repertorio como en el de la música moderna. La biografía sirve para explicar el programa escuchado y la calidad de las versiones de dos compositores ligados a Viena como son Schubert y Mahler. En la Sinfonía inacabada reconocimos con facilidad la herencia de los maestros europeos de ayer, ya en el mismo comienzo, el pianísimo, hasta el estilo de cantar, esa fluencia lírica, sencilla y nunca vulgar del genio del lied. Luego, el emblemático y problemático Mahler con una de sus páginas más significativas: La canción de la tierra, sinfonía para tenor y contralto solistas, y orquesta sobre poemas chinos vertidos al alemán por Hans Bethge en su antología Das chinesische Flöte.

Orquesta Nacional de España

Director: P. Steinberg. Solistas: B. Remmert, contralto, y C. Merrit, tenor. Auditorio Nacional, Madrid, 1 de febrero.

Tuvimos una excelente versión llevada con conocimiento y detallismo por Steinberg y con las partes vocales encomendadas a dos brillantes constantes: la alemana de Braunsweig, Birgit Remmer, y el tenor de Oklahoma, Chris Merrit, gran figura entre los de su generación. Se impuso, de nuevo, la belleza de los lieder y la no menor de una orquestación de subida originalidad, tanto en los momentos más enardecidos como en el final insistente. El éxito fue más que clamoroso, de una intensa temperatura emocional.Y nuestra ONE demostró sus mejores valores.

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