Un alumno del profesor acusado de matar a una prostituta declara que éste le pidió ayuda para deshacerse del cadáver

Raúl Asanza, uno de los alumnos del profesor de matemáticas acusado de asesinar a una prostituta en Pozuelo de Alarcón, declaró ayer ante el tribunal que le juzga que el docente le pidió ayuda para deshacerse del cadáver. Asanza confesó que, tres días después del crimen, el acusado le llamó a su teléfono móvil y le comentó que se había 'cargado' a una 'prostituta negra y gorda'. 'Aunque no me dio detalles, me preguntó si le podía ayudar a sacar a la chica de su casa. Me quedé flipado', explicó el testigo.

Vicente Isabel Burgos, de 33 años, se enfrenta a una pena de 20 años de cárcel por...

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Raúl Asanza, uno de los alumnos del profesor de matemáticas acusado de asesinar a una prostituta en Pozuelo de Alarcón, declaró ayer ante el tribunal que le juzga que el docente le pidió ayuda para deshacerse del cadáver. Asanza confesó que, tres días después del crimen, el acusado le llamó a su teléfono móvil y le comentó que se había 'cargado' a una 'prostituta negra y gorda'. 'Aunque no me dio detalles, me preguntó si le podía ayudar a sacar a la chica de su casa. Me quedé flipado', explicó el testigo.

Vicente Isabel Burgos, de 33 años, se enfrenta a una pena de 20 años de cárcel por ser el presunto autor del asesinato de Esther Redondo García, una mujer a quien requirió sus servicios, en la mañana del 2 de mayo de 2000, en la vivienda del hombre, situada en la avenida de Europa, número 7, de Pozuelo de Alarcón. En pleno acto sexual, el hombre asestó a la mujer dos machetazos, el primero en la espalda y el segundo en el vientre. La joven murió desangrada. Cuatro días después del crimen se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Mora, en la provincia de Toledo. La Audiencia de Madrid juzga el asesinato de la joven prostituta desde el lunes.

Asanza también relató al jurado que la noche antes del crimen él y el acusado estuvieron cenando con otras dos chicas en un restaurante de Pozuelo y que después fueron todos a casa del profesor. El alumno matizó que aunque no estuvo pendiente de la cantidad de alcohol ingerida por el profesor, le pareció 'normal' y no percibió que estuviera 'ebrio', como sostiene la defensa.

También declaró ayer la ex novia del acusado, Corina Jiménez. La joven informó al jurado que la relación entre ambos duró cinco años, pero que comenzó a deteriorarse porque ella desconfiaba 'en todos los sentidos' del docente. 'Me decía que eran paranoias mías, pero yo sabía que cuando estaba conmigo se portaba de una manera y cuando se encontraba solo de otra'. En su declaración tambien dejó constancia de la actitud 'en algún momento agresiva' del acusado. 'Teníamos muchas broncas, me gritaba e insultaba y en alguna ocasión me levantó la mano', explicó. Hoy declarará la madre del acusado.

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