LAS TRES CULTURAS, UNIDAS POR LA MÚSICA

Mientras la escena internacional se sumerge en una espiral de violencia en la que la pertenencia a los mundos cristiano, judío y musulmán es un dato definitorio, el grupo Barahúnda se empeñaba el pasado sábado en el local, abarrotado para la ocasión, de la Asociación Cultural Pablo Picasso, en un concierto organizado por la emisora Onda Latina, en mostrarnos con gran belleza lo fructíferas que fueron, y pueden seguir siendo, la convergencia y hasta la complicidad de estas tres culturas, que durante siglos convivieron en nuestro país. Barahúnda, grupo formado a finales de 1998 por ...

Mientras la escena internacional se sumerge en una espiral de violencia en la que la pertenencia a los mundos cristiano, judío y musulmán es un dato definitorio, el grupo Barahúnda se empeñaba el pasado sábado en el local, abarrotado para la ocasión, de la Asociación Cultural Pablo Picasso, en un concierto organizado por la emisora Onda Latina, en mostrarnos con gran belleza lo fructíferas que fueron, y pueden seguir siendo, la convergencia y hasta la complicidad de estas tres culturas, que durante siglos convivieron en nuestro país. Barahúnda, grupo formado a finales de 1998 por Helena de Alfonso (voz y teclados), junto con Miguel Casado (bouzouki), Manuel Carro (gaita, flauta y percusión), José Luis Escribano (percusión), J. Martínez (zanfona) y Paco Benítez (bajo), ha conseguido un estilo muy personal, tanto en el tratamiento de temas tradicionales como en sus composiciones propias. Las tradiciones ibéricas se mezclan con las músicas de la diáspora sefardí y las evocaciones medievales y árabes en un trabajo que revela un profundo esfuerzo de investigación, que les valió un premio en el concurso de folk de Navelgas (Asturias). El concierto, concebido como previo a la presentación de su próximo disco -producido por Javier Bergia, y que ha contado con colaboradores destacados como Javier Paxariño y Quique Almendros, entre otros-, fue también un homenaje al amor omnipresente. La cuidada mezcla instrumental y la hermosa voz de Helena de Alfonso recorrieron desde la cantiga gallego-portuguesa Maldito sey el mare, sobre un texto del rey Dinis de Portugal (1279-1325), al apasionado romanticismo de La pregunta, del inglés Percy B. Shelley, desde el amor materno de una Nana tradicional sefardí a la infidelidad o incluso el guiño feminista, extraídos ambos de textos medievales.