Reportaje:

Viaje nocturno al cine de Arturo Ripstein

Canal + repasa la vida y la obra del cineasta mexicano

El año 2000 fue, en la carrera del eminente cineasta mexicano Arturo Ripstein, el más directo heredero de Luis Buñuel, una nueva y arriesgada vuelta de tuerca, porque fue el año de otro vuelo y de otro giro decisivo -el primero ocurrió en 1987, con la conversión de la escritora Paz Alicia Garciadiego en su guionista habitual- en su estilo narrativo y en su manera, que no se parece a ninguna, de elaborar películas.

Hizo Ripstein ese año Así es la vida, donde alarga y profundiza la compleja y abrupta línea trazada en su obra inmediatamente anterior, en la que hay filmes de tan extr...

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El año 2000 fue, en la carrera del eminente cineasta mexicano Arturo Ripstein, el más directo heredero de Luis Buñuel, una nueva y arriesgada vuelta de tuerca, porque fue el año de otro vuelo y de otro giro decisivo -el primero ocurrió en 1987, con la conversión de la escritora Paz Alicia Garciadiego en su guionista habitual- en su estilo narrativo y en su manera, que no se parece a ninguna, de elaborar películas.

Hizo Ripstein ese año Así es la vida, donde alarga y profundiza la compleja y abrupta línea trazada en su obra inmediatamente anterior, en la que hay filmes de tan extraordinaria calidad, de tan perturbadora belleza, de tan grande y magistral vuelo imaginativo como La mujer del puerto, La reina de la noche, Profundo carmesí, El coronel no tiene quien le escriba y Principio y fin. Y en ese mismo año redondeó La perdición de los hombres, que tenía ya existencia parcial previa como un mediometraje (el titulado Dos deudos) de la serie producida por Canal+ Del largo al corto.

Ambos filmes fueron realizados por Ripstein en formato de vídeo, con gran austeridad de producción y no menos grande agilidad de filmación, lo que se percibe en algunas aladas inflexiones del enfoque narrativo y del flujo de la secuencia, que lleva hasta sus últimas consecuencias el lenguaje visual elaborado por Ripstein a lo largo de tres décadas en la vanguardia del cine en nuestro idioma. Y eso es también, o quizás sobre todo, el cine de Ripstein, una explosión fílmica de este idioma, que alcanza asombrosas sonoridades.

La comodidad de la filmación originada por el vídeo permitió a Garciadiego escribir y a Ripstein dirigir con un golpe de libertad añadida a su libertad de siempre. Y de ese añadido proceden dos bocanadas más de su incomparable humor negro, libérrimo y libertario; y de ahí también el tono experimental que desprende la pantalla de este viejo cineasta que, como un aprendiz, tuerce y retuerce las formas hasta el borde del rizo. Y si el cine de Ripstein y Garciadiego alcanzó siempre poderosa originalidad, se acerca ahora a lo incatalogable.

[La emisión del especial Ripstein: paseo por el humor y la muerte (23.38, Canal +) acompaña al estreno de Así es la vida (22.00) y La perdición de los hombres (23.54)].

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