Crónica:FÚTBOL | 20ª jornada de Liga

El Zaragoza exhibe su impotencia

Los maños no pueden derrotar a un Espanyol ramplón y se internan en la zona baja

Cuando un equipo está con la soga al cuello como el Zaragoza la tranquilidad y la templanza brillan por su ausencia. Precisamente eso es lo que le faltó al conjunto maño, superior al Espanyol para llevarse los tres puntos. El Zaragoza no pudo definir su dominio con goles. Algo que le pudo costar caro si en el descuento Martín Posse hubiese marcado en un mano a mano ante Laínez.

El cuadro catalán se mostró demasiado conservador durante todo el encuentro, y en ningún momento se lanzó descaradamente a por la victoria. Quizá por eso, al final obtuvo lo que venía a buscar, un mero empate. En...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Cuando un equipo está con la soga al cuello como el Zaragoza la tranquilidad y la templanza brillan por su ausencia. Precisamente eso es lo que le faltó al conjunto maño, superior al Espanyol para llevarse los tres puntos. El Zaragoza no pudo definir su dominio con goles. Algo que le pudo costar caro si en el descuento Martín Posse hubiese marcado en un mano a mano ante Laínez.

El cuadro catalán se mostró demasiado conservador durante todo el encuentro, y en ningún momento se lanzó descaradamente a por la victoria. Quizá por eso, al final obtuvo lo que venía a buscar, un mero empate. En gran medida se debió a la impotencia del Zaragoza. Pundonor, entrega y ganas son básicos para un equipo pero no suficientes para ganar en Primera. Hace falta calidad, talento, y al Zaragoza no se le descubre por ningún lado.

ZARAGOZA 0| ESPANYOL 0

Zaragoza: Laínez; Rebosio, Paco, Aguado, Sundgren (Bilic, m.86); Chainho, Acuña, Vellisca, Juanele, Galletti (Jamelli, m.70); Yordi. Espanyol: Mora; David García, Lopo, Soldevilla, Navas; Morales, Álex (Iván Díaz, m. 36), Roger, De Lucas (Óscar, m.70); Posse y Palencia (Aganzo, m.64). Árbitro: Fernández Marín. Amonestó a Sundgren y a Aganzo. Incidencias: Unos 22.000 espectadores en La Romareda. Se guardo un minuto de silencio por el fallecimiento de Antonio Mur, abonado número 1 del Zaragoza.

Yordi, Galletti y Acuña tuvieron las ocasiones más claras del Zaragoza pero las desperdiciaron. Oportunidades que sirvieron, eso sí, para que el público se entregase con su equipo y aparcara por un momento sus desavenencias con el técnico, Rojo. Ni el más crítico de los aficionados zaragocistas podrá reprochar la más que aceptable segunda parte de su equipo. Pero los resultados mandan y en el minuto 87 el célebre '¡Txetxu, vete ya!' volvió a sonar.

Ni siquiera la vuelta de Jamelli, tras firmar la paz con Rojo, sirvió de revulsivo para los aragoneses, que día a día ven más cerca los puestos de descenso.

Archivado En