OPINIÓN DEL LECTOR

Cruzada contra Diego Cañamero

He asistido como espectador estupefacto a la cruzada que desde hace algún tiempo se lleva a cabo en la prensa y a través de cartas personales contra Diego Cañamero por parte de algunas personas que componían el antiguo Comité Ejecutivo del SOC.

Soy de los que ha aconsejado no contestar públicamente a los insultos, acusaciones y calumnias que se están haciendo a la persona de Diego porque creo que hay la suficiente cantidad de problemas en Andalucía como para que nos ocupemos de alguien que quiere ser secretario en lugar del secretario, sobre todo si ese alguien lleva cinco años retirado...

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He asistido como espectador estupefacto a la cruzada que desde hace algún tiempo se lleva a cabo en la prensa y a través de cartas personales contra Diego Cañamero por parte de algunas personas que componían el antiguo Comité Ejecutivo del SOC.

Soy de los que ha aconsejado no contestar públicamente a los insultos, acusaciones y calumnias que se están haciendo a la persona de Diego porque creo que hay la suficiente cantidad de problemas en Andalucía como para que nos ocupemos de alguien que quiere ser secretario en lugar del secretario, sobre todo si ese alguien lleva cinco años retirado de la militancia activa de este sindicato.

Por otro lado, es imposible que los trabajadores crean ese cúmulo de mentiras sobre Diego y menos si han tenido la oportunidad de conocerlo personalmente.

Me ha animado a escribir esta carta la pregunta de un vecino de mi pueblo que había visto algunas de estas críticas en los periódicos: '¿Es que Diego ha cambiado?'. Que yo sepa, Diego sigue siendo la persona abnegada, infatigable, valiente, generosa, combativa... que todos hemos conocido y que a pesar de haber tenido cargos importantes en la política y en el plano sindical sigue sin tener coche propio y viviendo en una casita de protección oficial de 40 metros cuadrados porque él nunca ha querido vivir mejor que las personas que representa y defiende que no son otras que las que no tienen trabajo y tienen que emigrar, las que no tienen vivienda, las más pobres de nuestros pueblos.

Le estamos haciendo un flaco favor a la causa de los trabajadores con estas críticas. Estamos perdiendo el tiempo y derrochando energía con esta polémica. Tiempo y energía que creo honradamente debe estar dirigida a la consecución de los objetivos marcados en el último congreso de nuestro sindicato y a esto estamos convocados todos y todas los militantes de la organización, también los que no están de acuerdo con la actual dirección de la misma.

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