Carta a la DGT
No veo mucha televisión. Pero ayer tarde tuve la oportunidad de ver el anuncio de la Dirección General de Tráfico en el que se congratulan de haber bajado el número de muertos en accidentes este año. ¡Qué bonita esa imagen de toda la familia llegando a casa! Pero mi hermana Juani y mi cuñada María del Carmen este año no se han sentado a la mesa el día de Navidad. Murieron el pasado mes de octubre cuando un animal se cruzó a su paso cuando la hija de Juani, María Esther, conducía. Estoy seguro de que no han pensado en los familiares de las ¿3.000?, ¿4.000?, ¿cuántas victimas ha habido en el año...
No veo mucha televisión. Pero ayer tarde tuve la oportunidad de ver el anuncio de la Dirección General de Tráfico en el que se congratulan de haber bajado el número de muertos en accidentes este año. ¡Qué bonita esa imagen de toda la familia llegando a casa! Pero mi hermana Juani y mi cuñada María del Carmen este año no se han sentado a la mesa el día de Navidad. Murieron el pasado mes de octubre cuando un animal se cruzó a su paso cuando la hija de Juani, María Esther, conducía. Estoy seguro de que no han pensado en los familiares de las ¿3.000?, ¿4.000?, ¿cuántas victimas ha habido en el año 2001? Porque, de haberlo hecho, se habrían dado cuenta de que importan más los sentimientos de los que, como yo, han tenido una silla vacía en la comida de Navidad que el efecto que pueda causar en los que (afortunados ellos) no han tenido nadie a quien echar de menos.