Crítica:EL LIBRO DE LA SEMANA

Verdi, desnudo de pasión

Hoy, si alguien acude a un teatro de ópera y en cartel aparece cualquier ópera de Giuseppe Verdi, lo más probable es que se provoquen fuertes divisiones de opinión, que se monte algún altercado, que alguna parte salga muy bien parada y otra se esconda entre las telas para evitar las vergüenzas de los abucheos. Eso es Verdi, 100 años después. La pasión de la ópera. Lo es sobre los escenarios y lo ha sido siempre en las aproximaciones escritas hacia su vida y su obra. Por eso hay algo, no sabría decir si bueno o malo, simplemente distinto, en Verdi, una biografía, el estudio que la estado...

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Hoy, si alguien acude a un teatro de ópera y en cartel aparece cualquier ópera de Giuseppe Verdi, lo más probable es que se provoquen fuertes divisiones de opinión, que se monte algún altercado, que alguna parte salga muy bien parada y otra se esconda entre las telas para evitar las vergüenzas de los abucheos. Eso es Verdi, 100 años después. La pasión de la ópera. Lo es sobre los escenarios y lo ha sido siempre en las aproximaciones escritas hacia su vida y su obra. Por eso hay algo, no sabría decir si bueno o malo, simplemente distinto, en Verdi, una biografía, el estudio que la estadounidense Mary Jane Phillips-Matz ha realizado sobre el compositor, que ahora aparece en España.

VERDI: UNA BIOGRAFÍA

Mary Jane Phillips-Matz Traducción de Marco Aurelio Galmarini Paidós. Barcelona, 2001 946 páginas. 7.900 pesetas

Tiene de original este estudio, precisamente, la frialdad. Es una biografía típicamente americana. Inobjetable, en cuanto a los datos, las fechas, las rentas, las propiedades, las representaciones, las cifras; muy interesante en lo que se refiere al trazo del personaje; notarial en la apreciación de sus obras.

Es posible que la autora, cofundadora del Instituto de Estudios Verdi de la Universidad de Nueva York, escritora, traductora, conferenciante, colaboradora de Opera News, haya dedicado una parte enorme de su vida a seguir los pasos del compositor, nacido en 1813 en Le Roncole, una pequeña localidad cercana a Busseto de Parma y muerto en Milán en 1901.

La intención de Phillips-Matz es clara, honorable, admirable. La estructura del libro responde a su objetivo. Nada mejor para acercarse sin apasionamientos a una figura clave en la historia de la humanidad, cuya huella sigue tangible hoy en todo el mundo con la misma intensidad con la que pisó en vida, que un orden cronológico exhaustivo a lo largo de cinco partes.

En las 942 páginas del libro se esparcen las hazañas, las contradicciones, las rudezas del carácter, los amores, los sacrificios, la energía creadora de quien compuso 29 óperas, algunas de ellas sublimes, otras esenciales para el transcurso de un arte vivo hoy. Desde la primera, Oberto, conde de San Bonifacio, estrenada en Milán en 1839, cuando Verdi contaba 26 años y se había formado como músico a pesar de no haber sido admitido en el conservatorio de Milán, hasta la última, Falstaff, también estrenada en Milán en 1893, cuando el genio había cumplido 80 años y ya se despedía después de dejar sentado su manual del alma humana en toda su obra.

En el recorrido por la creación es precisamente donde la frialdad de esta biografía se deja notar para mal. Porque los avatares de cada una de ellas, bien precisos y documentados, están exentos de una valoración y una explicación que las sitúe en su verdadero lugar. Phillips-Matz trata con la misma pasión Rigoletto, La traviata, Il trovatore, Otello, Falstaff, Un ballo in maschera, Don Carlo, Aida o La forza del destino que Stiffelio o I lombardi alla prima crociata.

Pero eso no resta apenas méritos a un trabajo concienzudo, que se adentra en la personalidad de un hombre que supo retratar y plasmar la tragedia en su obra porque la conoció bien joven, con la muerte de su primera mujer, Margherita Barezzi, y sus dos hijos, Virginia e Icilio, y que se convirtió en líder de una Italia desperdigada a la que sus coros y su música servían de himno unificador. Fue también un hombre que supo afrontar la hipocresía de una sociedad pacata, algo que le llevó a repetidos enfrentamientos con la censura por la supuesta amoralidad de obras como Rigoletto o Un ballo in maschera, e incluso al enfrentamiento con sus padres en la época de mayor éxito por defender a su segunda mujer, la soprano Giuseppina Strepponi, prima donna de armas tomar y rompe y rasga, con hijos ilegítimos, que hoy reposa junto a Verdi en la tumba.

Los claroscuros verdianos se vislumbran bien en esta obra distante, pero efectiva, que nos acerca al hombre genial y huraño, viajero pero receloso a los actos sociales, ambicioso y quejica, líder precursor de un nuevo orden para lo que presta el compromiso en su música, furibundo anticlerical que lanzó una maldición al cura de su pueblo cuando era monaguillo y se cumplió: '¡Que te parta un rayo!', le dijo cuando éste le llamó la atención en medio de un servicio. Así fue, años después. Y es que el niño tenía algo de profeta.

Ensayo en el Liceo de Barcelona de l ópera 'Aida', de Verdi.CARMEN SACANELLA

Dos complementos al genio

SI LA BIOGRAFÍA de Mary Jane Phillips-Matz nos coloca frente a la grandiosidad de un hombre único de una manera fría, pero eficaz, dos libros que han venido a aparecer en el año del centenario de la muerte de Giuseppe Verdi pueden completar las lagunas de la distancia que marca la obra de la estadounidense. La guía Verdi, de Fernando Fraga, incluida en la colección de Scherzo y Península, llena perfectamente el hueco de la apreciación de la obra creativa. Fraga disemina de forma práctica y muy atinada las óperas verdianas y el resto de su obra, en la que destacan piezas religiosas inigualables como su Réquiem o sus Quattro pezzi sacri. Es fundamental la guía, que además incluye valoraciones de grabaciones históricas y un capítulo de filmografía, para situar cada pieza en su lugar de importancia. Llama la atención un capítulo sobre las voces, en el que se explica con la madurez de quien conoce a la perfección la huella de Verdi, como la utilización de las tesituras -soprano, mezzosoprano, tenor, barítono y bajo con sus variaciones- están elegidas para imprimir carácter en cada personaje.

Giuseppe Verdi. La intensa vida de un genio, de Ángeles Caso, acaba de aparecer para cerrar el año Verdi. Es una obra que da idea precisa de la figura verdiana y que complementa muy bien las otras dos lecturas, aproximándose con tino al personaje. Un capítulo sobre las andanzas de Verdi en España, que acudió en 1863 al estreno en el Teatro Real de Madrid de La forza del destino, una de las cuatro óperas con tema hispano que compuso el italiano, junto a Ernani, Il trovatore y Don Carlo, merece atención especial. En él se cuentan sus impresiones sobre los lugares que visitó: Toledo, Córdoba, Sevilla, Jerez, Cádiz, Málaga, Granada y El Escorial, que, según una carta que incluye Caso, le produjo una malísima impresión pero le sirvió para retratar un reino de Felipe II tenebroso en Don Carlo. J. R. M.

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