La Liga española pierde gol

Hace apenas dos años, la Liga española era el paraíso del gol en Europa. La media realizadora, 2,92 tantos por partido, era la más alta de entre todos los grandes torneos. Todavía el año pasado, el promedio, 2,81 por encuentro, situaba al campeonato español en segunda posición, sólo por detrás de Alemania. Eran otros tiempos. El fútbol español se ha quedado, de golpe, sin gol. Sólo Francia, un torneo menor entre los grandes, muestra un racanismo superior. A día de hoy, en España se marcan 2,44 goles por partido, una producción inferior incluso a la que se da en Italia, que a diferencia de lo q...

Hace apenas dos años, la Liga española era el paraíso del gol en Europa. La media realizadora, 2,92 tantos por partido, era la más alta de entre todos los grandes torneos. Todavía el año pasado, el promedio, 2,81 por encuentro, situaba al campeonato español en segunda posición, sólo por detrás de Alemania. Eran otros tiempos. El fútbol español se ha quedado, de golpe, sin gol. Sólo Francia, un torneo menor entre los grandes, muestra un racanismo superior. A día de hoy, en España se marcan 2,44 goles por partido, una producción inferior incluso a la que se da en Italia, que a diferencia de lo que venía siendo habitual vive tiempos de bonanza. Los 438 goles conseguidos en España suponen un descenso de 71 con respecto a la pasada Liga. Cada equipo, como media, viene a marcar 3,5 goles menos que hace un año.

La Liga española sigue encabezando todas las estadísticas que tienen que ver con el aspecto crematístico. Aquí actúan el jugador por el que más dinero se ha pagado en la historia del fútbol, Zidane (13.000 millones), y el que más cobra, Rivaldo, al que el Barcelona abona sólo en concepto de ficha 1.100 millones anuales. En ningún otro aspecto es líder el fútbol español que, sin embargo, tiene motivos para sonreír si se valora la producción goleadora de los jugadores de casa.

De los 18 mejores artilleros, 13 pueden ser utilizados por Camacho. Y los tres que más puntería han mostrado -Urzaiz, Catanha y Raúl- son nacionales, lo que no ocurre en ninguna otra Liga. En Italia, a Hubner y Vieri les acompaña el ucranio Shevchenko. En Francia, Cissè y Darcheville comparten honores con el portugués Pauleta. En Alemania manda un brasileño, Amoroso, seguido de un peruano, Pizarro. Y en Inglaterra la situación es aún más exagerada. Porque allí gobiernan un francés, Henry, y dos holandeses, Jimmy Hasselbaink y Van Nistelrooy.

La igualdad que preside el torneo español -del primero al sexto hay sólo tres puntos de distancia- ha provocado que, números en mano, el líder, el Deportivo, presente el promedio más bajo de puntos por partido (1,8) de las Ligas estudiadas. Respecto a los goles, el Celta, el conjunto más goleador del torneo, sólo marca 1,88 tantos por partido. Para buscar un máximo realizador con peores números hay que acudir, de nuevo, a la Liga francesa, donde el Lens presenta una media de 1,84.

El hecho de que el Bayern de Múnich viva tiempos de penuria, escondido en la quinta posición de la Bundesliga, ha permitido al Bayer Leverkusen asomar la cabeza entre los mejores de Europa. No existe equipo con mayor capacidad goleadora que el actual líder alemán. Hasta 2,44 goles por partido alcanza de media el conjunto de Leverkusen, que ha metido a Ballack, futuro jugador del BAyern, entre los mejores cañoneros. Pese a que está en plena zozobra, y por mucho que ocupe el cuarto puesto en la Premier League, nadie podrá negarle al Manchester capacidad de pegada. Ahí están, para demostrarlo, los 2,38 goles que consigue de media por partido.

En lo que sí ha mejorado la Liga española es en el número de espectadores. Pero esa mejora no era complicado alcanzarla, dado que la temporada pasada, quizá porque equipos como el Atlético, el Sevilla y el Betis estaban en Segunda, la cifra fue la más baja de los últimos tiempos. 22.570 espectadores acudían como media a los partidos hace un año; 26.400 hace dos; 24.675 acostumbran a ir en estos días. En España desciende el número de goles y aumenta el de espectadores. En Italia ocurre lo contrario. Allí el descenso se acerca al 15% y cada domingo ven fútbol en directo 25.353 personas, una cifra aún muy lejana a la que se da en Inglaterra, donde pocas jornadas la cifra de asistentes no supera los 30.000.