Reportaje:

Hollywood recluta a Mohamed Alí

El legendario boxeador vende la guerra contra el terrorismo a los musulmanes

En 1964, un joven boxeador llamado Cassius Clay escandalizó a EE UU al anunciar su conversión al islam un día después de proclamarse campeón del mundo de los pesos pesados en una histórica pelea frente a Sonny Liston. Tres años después, Mohamed Alí perdió su título, su licencia y su pasaporte cuando se negó a luchar en Vietnam. Ahora, con 59 años, una película sobre su vida a punto de estrenarse y un Parkinson agudo que casi le impide hablar puede convertirse en el nuevo símbolo del esfuerzo de guerra norteamericano.

Hollywood le ha propuesto protagonizar un anuncio que será difundido e...

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En 1964, un joven boxeador llamado Cassius Clay escandalizó a EE UU al anunciar su conversión al islam un día después de proclamarse campeón del mundo de los pesos pesados en una histórica pelea frente a Sonny Liston. Tres años después, Mohamed Alí perdió su título, su licencia y su pasaporte cuando se negó a luchar en Vietnam. Ahora, con 59 años, una película sobre su vida a punto de estrenarse y un Parkinson agudo que casi le impide hablar puede convertirse en el nuevo símbolo del esfuerzo de guerra norteamericano.

Hollywood le ha propuesto protagonizar un anuncio que será difundido en las televisiones árabes, explicando los méritos del american way of life, según publicó ayer The New York Times. 'Alí contará que los musulmanes en EE UU viven libremente y practican su religión como quieren', explicó el presidente de la Motion Pictures Association, Jack Valenti. El otro objetivo es incidir en la idea de que 'ésta no es una guerra contra el islam, sino contra los asesinos de víctimas inocentes'. Atrás quedaron las diferencias del pasado. 'Se equivocó cuando se negó a alistarse. Pero desde entonces ha pasado por una fabulosa redención y, por lo tanto, tiene credibilidad', dijo Valenti.

La meca del cine le propone un anuncio para contar cómo viven los musulmanes en Estados Unidos

No es la primera vez que Alí actúa de embajador oficioso. En 1990, justo antes de estallar la guerra del Golfo, viajó hasta Irak para negociar con Sadam Husein la liberación de una quincena de rehenes. El hecho de que el próximo martes (en febrero en España) se estrene una película sobre su vida, titulada Alí e interpretada por Will Smith, sin duda también ayudó en la selección.

Después de tantos años, EE UU espera ahora poder usar la fama de su única celebridad musulmana. La foto de The New York Times que ilustra el artículo de ayer muestra el retrato del legendario boxeador en un gimnasio de Kabul. La portavoz de Alí aseguró que estaba entusiasmado con la idea y esperaba conocer los detalles finales del anuncio antes de llegar a un acuerdo definitivo. El corto tiene previsto emitirse en Al Yazira, la televisión de Qatar, tan criticada en Washington por difundir los vídeos de Bin Laden.

La idea es parte del esfuerzo de guerra desplegado por Hollywood. El pasado 11 de noviembre, tras un encuentro en Washington entre Karl Rove, uno de los principales asesores del presidente George W. Bush, y los directivos de los grandes estudios, Valenti (que se conoce al dedillo los pasillos del poder de sus tiempos como ayudante de Lyndon Johnson) decidió crear el comité del 11 de septiembre para coordinar los esfuerzos patrióticos de la meca del cine.

Temoroso de posibles malentendidos culturales, ansioso por no parecer arrogante o paternalista, el comité se ha rodeado de expertos en Oriente Medio para no meter la pata al vender los méritos de EE UU. Una palabra mal elegida, una imagen malinterpretada pueden crear malententidos. Hollywood, que siempre ha identificado a todos los malos de sus películas con extremistas islámicos, de pronto toma lecciones de diplomacia.

El comité no trabajará a las órdenes del Gobierno, que ya tiene su propia relaciones públicas. Hace una semana, la Casa Blanca nombró a Charlotte Beers, que fue presidenta de dos de las mayores agencias de publicidad, Walther Thompson y Ogilvy & Mather, subsecretaria de Estado, con la misión de acercar la visión norteamericana a las opiniones públicas del mundo árabe. Su primera tarea fue crear una campaña explicando la decisión de ofrecer 25 millones de dólares (unos 4.650 millones de pesetas) por cualquier información sobre Bin Laden.

En las últimas semanas, algunos de los grandes nombres de Hollywood han visitado las tropas estacionadas en Alemania y Turquía. Por los barracones de los soldados emocionados han pasado Jennifer López, Mariah Carey, Julia Roberts, George Clooney, Matt Damon y Brad Pitt. Extrañamente todos tienen en estos momentos películas o discos que vender.

El periódico USA Today aseguró hace unos días que las estrellas habían recaudado unos 200 millones de dólares en los últimos tres meses para las víctimas de los atentados.

AP

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