Manolo García agota en Barcelona las entradas de su gira de invierno
'Siempre tiendo al escepticismo. Creo mucho en lo que hago y en mí mismo, pero no me fío de lo que pueda pasar, todo lo que va a ocurrir es incierto'. Lo dice Manolo García hablando por teléfono en plena carretera. Va camino de Barcelona, una de las ciudades por las que pasará su gira invernal de teatros junto a Madrid (28, 29 y 30 de diciembre y 2 y 3 de enero), Oviedo, Bilbao y Valencia. Pero esta noche toca Barcelona, donde Manolo ofrecerá cuatro conciertos en el teatro Victoria (17,18,19 y 21), donde seguirá comprobando, lo hizo ya en Cáceres, que su vida artística sigue asociada a la popu...
'Siempre tiendo al escepticismo. Creo mucho en lo que hago y en mí mismo, pero no me fío de lo que pueda pasar, todo lo que va a ocurrir es incierto'. Lo dice Manolo García hablando por teléfono en plena carretera. Va camino de Barcelona, una de las ciudades por las que pasará su gira invernal de teatros junto a Madrid (28, 29 y 30 de diciembre y 2 y 3 de enero), Oviedo, Bilbao y Valencia. Pero esta noche toca Barcelona, donde Manolo ofrecerá cuatro conciertos en el teatro Victoria (17,18,19 y 21), donde seguirá comprobando, lo hizo ya en Cáceres, que su vida artística sigue asociada a la popularidad. Es una certeza absoluta. Actúa cuatro noches, y todas las entradas se agotaron en apenas dos horas. Practicamente lo mismo que en el resto de las ciudades donde tiene previsto actuar.
'Estoy muy contento con la respuesta del público, con su interés, pero reitero que nadie sabe lo que depara el futuro en este mundillo del pop, donde todo es muy efímero', dice. 'Por eso no daba nada por sentado en cuanto a respuesta popular cuando pensé en la gira'. Es la famosa prevención de García, que en pleno éxito afirma: 'No quiero ser un pesado y cantar más de lo que el público me pide'.
Entonces, ¿por qué prolongar la gira de verano en los teatros de invierno? 'Por muchas razones', responde. 'La principal es que hay un algo en el corazón del músico que le impele a tocar sin el griterío y la expansión asociadas a los conciertos estivales. Allí todo es fiesta y algarabía y está muy bien que así sea, pero a veces lo que menos se oye es la propia canción. Actuando en teatros hay más lugar y espacio para el matiz, para prestar atención a ese arreglo de acordeón, a aquel acorde de guitarra, a ese aire nuevo de tal pieza. En este tipo de conciertos me oigo a mí mismo, oigo la música'.
En estos conciertos invernales, el músico interpreta temas de Arena en los bolsillos y Nunca el tiempo es perdido, sus dos discos en solitario, más 'algunas sorpresas del repertorio del Último de la Fila, piezas que no tocaba desde hacía mucho tiempo y que me ha apetecido recuperar para interpretarlas con tranquilidad'.