El PNV considera un 'aviso directo' del entorno de ETA el ataque con bomba contra su sede de Urnieta
El máximo dirigente del PNV en Guipúzcoa, Juan María Juaristi, ha interpretado como 'un aviso directo' del entorno de ETA la colocación de un artefacto explosivo en el batzoki (sede peneuvista) de Urnieta en la madrugada del sábado. La bomba casera, compuesta por dos bombonas pequeñas de gas, un recipiente con pólvora y un iniciador pirotécnico, fue colocada a las dos y media de la madrugada por varios desconocidos en la sede peneuvista de la calle San Juan de Urnieta. La explosión parcial del artefacto provocó daños materiales menores en la fachada y en la puerta del...
El máximo dirigente del PNV en Guipúzcoa, Juan María Juaristi, ha interpretado como 'un aviso directo' del entorno de ETA la colocación de un artefacto explosivo en el batzoki (sede peneuvista) de Urnieta en la madrugada del sábado. La bomba casera, compuesta por dos bombonas pequeñas de gas, un recipiente con pólvora y un iniciador pirotécnico, fue colocada a las dos y media de la madrugada por varios desconocidos en la sede peneuvista de la calle San Juan de Urnieta. La explosión parcial del artefacto provocó daños materiales menores en la fachada y en la puerta del batzoki de esta localidad vecina de Hernani, de 5.527 habitantes y gobernada con mayoría absoluta por PNV-EA, con 7 representantes, frente a los 3 de EH; 2 del PSE-EE y 1 del PP.
El ataque encendió las luces rojas del PNV, cuyos dirigentes creen ver en esta acción el 'aviso' de la llegada de una nueva etapa de acoso radical al nacionalismo democrático. Las críticas que ETA ha lanzado al PNV y al lehendakari Ibarretxe en su Zutabe (boletín interno) se han sucedido este año, lo que obligó a reforzar la seguridad personal de miembros del gobierno, dirigentes y cargos institucionales. Esas críticas y la campaña de atentados contra la Ertzaintza puede ser indicadores de esta nueva extensión de la violencia callejera hacia los nacionalistas que han frenado sus postulados soberanistas.
Así lo entendían ayer destacados miembros del PNV. El lehendakari se desplazó a Urnieta para dar ánimos mientras Juaristi reconoció que se trata de un 'ataque directo' ante lo que el PNV tendrá que estar atento. 'Pero la izquierda abertzale está trabajando en balde', advirtió a continuación, 'porque no cederemos a este chantaje evidente y el PNV continuará por el camino emprendido que es el que nos ha dado más apoyo popular que nunca'. La presidenta del PP en Guipúzcoa, María San Gil, recordó al PNV que quienes hoy les atacan 'tienen pactos con ellos en numerosos ayuntamientos'. El consistorio de Urnieta condenó el atentado, así como otro contra el Banco Guipuzcoano. Ayer también fueron atacadas una oficina de Telefónica en Ozaeta (Álava) y tres cajeros y una oficina de Mapfre en Cizur Mayor (Navarra).