ES EL MOMENTO DE... | PROPUESTAS

El fuego nocturno

Cómo pudo ser, / cómo pudo ser? / Aquel que lo hizo, / bien lo supo hacer'. La sencilla rima popular explica, a su manera, el misterio de la Inmaculada Concepción, que cada noche del 7 de diciembre (a partir de las 20.00) se festeja en Jarandilla (Cáceres) en medio del calor y el ígneo resplandor procedente de los escobazos ardiendo.

La abigarrada comitiva que acompaña el estandarte de la Virgen (portado por un jinete) desfila por las calles de la localidad entre coplillas (hay otra, corrosiva y desmitificadora, que dice: 'Ellos eran cuatro / y nosotros ocho, / qué palos les dimos / ell...

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Cómo pudo ser, / cómo pudo ser? / Aquel que lo hizo, / bien lo supo hacer'. La sencilla rima popular explica, a su manera, el misterio de la Inmaculada Concepción, que cada noche del 7 de diciembre (a partir de las 20.00) se festeja en Jarandilla (Cáceres) en medio del calor y el ígneo resplandor procedente de los escobazos ardiendo.

La abigarrada comitiva que acompaña el estandarte de la Virgen (portado por un jinete) desfila por las calles de la localidad entre coplillas (hay otra, corrosiva y desmitificadora, que dice: 'Ellos eran cuatro / y nosotros ocho, / qué palos les dimos / ellos a nosotros'), empellones, sudor y vino de pitarra. Hay de todo: hombres (fundamentalmente), mujeres, niños, y adolescentes masculinos, de los que más vale alejarse, sobre todo si llevan en sus manos escobones en llamas, que pueden alcanzar hasta los tres metros de altura.

Se han concentrado previamente en la plaza, donde los más cautos (entre ellos, la mayoría de los forasteros que llegan hasta esta hermosa comarca de La Vera) se ponen a buen recaudo en las escaleras de la iglesia de Santa María de la Torre, de origen templario y traza guerrera. Allí se prenden los escobazos de retama seca, iniciándose batallas de chispas y cenizas, de calor y humo, en un espectáculo encandilador y arriesgado.

Pero antes, al nacer la tarde, suenan las campanas de Santa María, y el cura, el mayordomo (con el estandarte) y el tamborilero (flauta y tamboril en ristre) piden la rosca, donativos en metálico que los devotos de la Inmaculada entregan para mayor esplendor de la fiesta.

Van, pues, bien pertrechados (monos y ropas viejas, gorros y sombreros), con el fuego en las manos y pequeñas hogueras en 'los anchurones de las calles'. Corre el vino de pitarra acompañado de exquisitas magdalenas y perrunillas. Y queda, prendida de la fría noche, una última coplilla: 'Ardía la zarza / y la zarza ardió, / la Virgen María / doncella y parió'.

- Oficina de Turismo de Jarandilla (927 56 04 60).

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- El mismo día 7 de diciembre (a partir de las 22.00) se celebra en Torrejoncillo (Cáceres) otra conocida fiesta popular, La Encamisá, una procesión a caballo con trajes especiales. Información en el Ayuntamiento: 927 30 42 02.

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