El entorno del parque temático
La Generalitat ha emprendido durante los últimos años una fuerte actividad en el campo de la economía y la empresa con unas peculiaridades que las hacen dignas de destacar. Las comunidades autónomas, en general, desde su nacimiento, se han dotado de sociedades instrumentales para la realización de sus competencias y con la intención de mejorar la prestación de los servicios a los ciudadanos y las empresas. En ese contexto aparecieron el Impiva o el Instituto (ahora Agencia) Valenciana de Turismo. La crisis de primeros de los años 90 y las críticas de la patronal a las políticas del Gobierno so...
La Generalitat ha emprendido durante los últimos años una fuerte actividad en el campo de la economía y la empresa con unas peculiaridades que las hacen dignas de destacar. Las comunidades autónomas, en general, desde su nacimiento, se han dotado de sociedades instrumentales para la realización de sus competencias y con la intención de mejorar la prestación de los servicios a los ciudadanos y las empresas. En ese contexto aparecieron el Impiva o el Instituto (ahora Agencia) Valenciana de Turismo. La crisis de primeros de los años 90 y las críticas de la patronal a las políticas del Gobierno socialista valenciano sobre la cantidad de organismos y empresas públicas supuso la integración de varias de ellas y la reducción de su número en aquellos momentos.
Parecía que venían nuevos tiempos en los que la liberalización de la economía y las privatizaciones de las empresas públicas iban a ser los dominantes, máxime cuando en 1995, con el triunfo del Partido Popular se auguraban grandes cambios en los que la economía de mercado y la desaparición del sector público era saludada alborozadamente por la patronal Cierval.
Parece mentira que en tan poco tiempo, hayan cambiado tanto las cosas. En los años que van desde 1995 hasta hoy, la Generalitat gobernada por el PP, aunque no ha olvidado sus proclamas contra lo público, se ha convertido en el máximo defensor de las empresas públicas que, como ha destacado el Círculo de Empresarios, están resucitando el difunto Instituto Nacional de Industria (INI), lanzándose a un proceso sin control de creación de empresas y organismos públicos que se están constituyendo en un nuevo INI disperso y en la sombra que, al tiempo 'suponen una seria amenaza para el equilibrio de las finanzas públicas. Y es que todos estos entes de nueva creación, junto a compromisos fuera de balance -avales, plazos aplazados, enfiteusis, etc.- se configuran como una deuda semioculta a la que tarde o temprano habrá que hacer frente'(Círculo de Empresarios dixit en 2000).
Martín Sevilla es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Alicante.