Necrológica:NECROLÓGICAS

Agustín Albarracín,médico e historiador de la medicina

El 26 de octubre fallecía en Madrid el historiador de la medicina Agustín Albarracín Teulón. Nacido en 1922 en Cartagena, fue uno de los más destacados maestros en su especialidad. Médico de gran vocación, quiso ejercer su oficio a través del estudio del pasado de su profesión y su ciencia. Fue un excelente conocedor de la historia del ejercicio médico, que analizó a través de las titulaciones y las asociaciones profesionales. Su buen gusto literario se forjó tanto en el estudio de la medicina como con la lectura de Lope de Vega o los poemas homéricos. Sus trabajos sobre la formulación de la t...

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El 26 de octubre fallecía en Madrid el historiador de la medicina Agustín Albarracín Teulón. Nacido en 1922 en Cartagena, fue uno de los más destacados maestros en su especialidad. Médico de gran vocación, quiso ejercer su oficio a través del estudio del pasado de su profesión y su ciencia. Fue un excelente conocedor de la historia del ejercicio médico, que analizó a través de las titulaciones y las asociaciones profesionales. Su buen gusto literario se forjó tanto en el estudio de la medicina como con la lectura de Lope de Vega o los poemas homéricos. Sus trabajos sobre la formulación de la teoría celular o sobre las obras de grandes médicos como Cajal, Sydenham o Harvey son aportaciones esenciales. También se ocupó de corrientes alternativas en la historia de la medicina como la homeopatía.

Fue profesor de Investigación y director del Instituto Arnau de Vilanova del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), así como de la revista Asclepio, de esta misma institución. Excelente y entusiasta docente, impartió una amplia y atractiva enseñanza en la Universidad Complutense y en la Universidad Autónoma de Madrid. Su talante generoso y entusiasta lo convirtió en un puntal indispensable de las muchas instituciones y asociaciones por las que pasó, combinando la bondadosa convivencia con una amistosa colaboración. Supo unir una elegante oratoria a una clara y fácil escritura, gracias a su excelente dominio de la lengua asociado con el más detallado estudio en archivos, bibliotecas y hemerotecas.

Sus amigos y discípulos hemos perdido una persona de carácter alegre y generoso, siempre abierta a la ayuda y a la colaboración, al diálogo y a la comprensión. Historiadores y médicos sienten la separación de un amigo tan culto, amable e inteligente, de un investigador que tanto ha sabido enseñar.

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