Reportaje:

Carrera final por el callejón

Un jurado selecciona tres proyectos en la fase final del concurso para el Museo de los Sanfermines

El próximo día 13 de diciembre se conocerá cual de los proyectos arquitectónicos seleccionados se convierte en el futuro Museo de los Sanfermines de Pamplona. Están en juego 2.200 millones de presupuesto de construcción y tres ideas arquitectónicas preseleccionadas por el jurado: un gran puente-museo de cubierta ajardinada sobre las aguas del río Arga; una torre excavada junto a la muralla medieval de la ciudad, convertida así en nueva puerta de entrada a Pamplona, y diez cajas temáticas modulares ancladas a la orilla del río.

Tres ideas para un contenido interactivo que estará definido...

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El próximo día 13 de diciembre se conocerá cual de los proyectos arquitectónicos seleccionados se convierte en el futuro Museo de los Sanfermines de Pamplona. Están en juego 2.200 millones de presupuesto de construcción y tres ideas arquitectónicas preseleccionadas por el jurado: un gran puente-museo de cubierta ajardinada sobre las aguas del río Arga; una torre excavada junto a la muralla medieval de la ciudad, convertida así en nueva puerta de entrada a Pamplona, y diez cajas temáticas modulares ancladas a la orilla del río.

Tres ideas para un contenido interactivo que estará definido por la integración de las más modernas tecnologías de imagen y sonido en un espacio que prolongará la fiesta los 365 días del año.

De los 21 arquitectos presentados al concurso internacional de ideas, el jurado preseleccionó a siete, que elaboraron los correspondientes anteproyectos de obra. Los técnicos descartaron después algunas propuestas vanguardistas para una edificación que deberá levantarse junto al casco histórico de Pamplona, a los pies de la moderna torre del homenaje en que Moneo ha transformado la futura sede del Archivo General de Navarra, y en el arranque de la Cuesta de Santo Domingo de la que cada mañana salen los toros que protagonizan el encierro.

Con forma de ratón

Los técnicos municipales, la alcaldesa y los arquitectos Luis Fernández Galiano, Antonio Vázquez de Castro, Eduardo Souto de Moura, Ignacio Vilches y Javier Sancho, componentes del jurado seleccionador, descartaron el edificio con forma de gigantesco ratón de ordenador ideado por el estudio del japonés Arata Isozaki; la enorme trainera de estructuras móviles diseñada por Andrés Pérez; el yunque acristalado propuesto por Patxi Mangado y Asociados; la piedra monolítica resquebrajada en dos partes enfrentadas creada por el estudio de arquitectura holandés de Eric Van Egeraat y Asociados y la peculiar calle de pabellones concatenados dibujada por el catalán Jordi Garcés.

De manera que el concurso lo ganará uno de los tres seleccionados. Y dos de ellos son estudios de arquitectura portugueses. Joao Álvaro Rocha y Camino Rebelo se han saltado intencionadamente uno de los requisitos del concurso, el que afecta a la ubicación. El estudio Álvaro Rocha Arquitectos LDA localiza íntegramente el museo en el baluarte de Parma, junto a la muralla, lo que les permite completar urbanísticamente el entorno dominado por el Archivo de Moneo, el Museo de Navarra y el edificio del departamento de Educación y Cultura del Gobierno. Conociendo los riesgos de proponer una excavación en el baluarte medieval, los promotores aseguran que no pondrá en riesgo su estabilidad ni la imagen o el valor patrimonial de este trozo de muralla.

Los portugueses Gonçalo Nuno Pinheiro de Sousa Byrne y Manuel Rocha de Aires Mateus hacen todo lo contrario. Cruzan el río y ubican su propuesta junto al Arga, a los pies de la ciudad. Byrne y Rocha han diseñado un museo repartido en diez cajas temáticas, anclado entre árboles. Cada edificio tendrá un uso diferenciado, aunque prima una concepción modular del espacio. Ambas propuestas unen las riberas del río mediante pasarelas peatonales, crean rampas mecánicas y ascensores para minusválidos e incluso un túnel de acceso al casco histórico. Donde unos piensan levantar su museo, los otros dibujan un aparcamiento o zonas públicas de esparcimiento.

La tercera propuesta es muy diferente. Los arquitectos madrileños Emilio Tuñón Álvarez y Luis Moreno García Mansilla crean un museo-puente de vidrio que se entierra y prolonga en el interior del baluarte amurallado y en cuyo interior se desarrolla el programa virtual y comercial del conjunto.

Toda la cubierta del edificio está ocupada por un inmenso jardín de flores visible desde la ciudad y con seis propuestas temporales distintas: un campo de flores rojas y blancas para el día 7 de julio; flores distintas en cada estación del año y las flores que elija anualmente un artista invitado.

Propuestas de vanguardia

Todos los proyectos que se han presentado para el que será el Museo de los Sanfermines forman parte ahora de la exposición que el Ayuntamiento de Pamplona ha organizado para que la ciudadanía contemple con detenimiento las propuestas ideadas. La idea de este museo era un proyecto largamente demandado por estamentos sociales vinculados a San Fermín que el actual consistorio está a punto de convertir en realidad. Pamplona se encuentra en pleno proceso de creación de edificios culturales. Están en construcción el Palacio-Auditorio de Congresos, diseñado por Patxi Mangado; la nueva sede del Parlamento foral de Navarra y el Archivo General, de Rafael Moneo. A estos edificios se unen los proyectos del Centro Navarro de Arte Contemporáneo y la Biblioteca General de Navarra. El museo de San Fermín y el ya prácticamente culminado Fundación-Museo Oteiza, en la cercana localidad de Alzuza, completarán una batería de infraestructuras culturales que cambiará por completo la fisonomía de la ciudad.

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