Caruana dice que no acudirá a Barcelona el próximo día 20

Lo más novedoso en el giro actual del contencioso sobre Gibraltar es el tono de las autoridades británicas, que volvió a suscitar ayer las protestas del ministro principal de Gibraltar, Peter Cuaruna, quien advirtió de que, si no cambian las condiciones, 'no participará' en la reanudación de las conversaciones prevista en Barcelona para el próximo día 20.

A pesar de que Peter Hain reiteró ayer en el Parlamento de Londres que los gibraltareños tendrán la 'voz separada' y el derecho de veto que reclaman, un comunicado del Gobierno del Peñón reveló anoche que Caruana habló por teléfono el ...

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Lo más novedoso en el giro actual del contencioso sobre Gibraltar es el tono de las autoridades británicas, que volvió a suscitar ayer las protestas del ministro principal de Gibraltar, Peter Cuaruna, quien advirtió de que, si no cambian las condiciones, 'no participará' en la reanudación de las conversaciones prevista en Barcelona para el próximo día 20.

A pesar de que Peter Hain reiteró ayer en el Parlamento de Londres que los gibraltareños tendrán la 'voz separada' y el derecho de veto que reclaman, un comunicado del Gobierno del Peñón reveló anoche que Caruana habló por teléfono el martes con el secretario británico para Asuntos Europeos y que éste 'pareció decir que el Gobierno británico no satisfaría las condiciones de participación exigidas' por él mismo.

La oferta de Hain en el Parlamento es, en cambio, asumible por el Gobierno español que admite que los gibraltareños puedan hacer oír su voz separada, a condición de que sean parte de la delegación británica y de que quede claro que los protagonistas de las conversaciones son los dos Estados firmantes del Tratado de Utrecht. Del mismo modo, aunque rechaza que se pueda atribuir formalmente un derecho de veto a los gibraltareños, Madrid no puede objetar que los británicos rechacen acuerdos que no sean aceptados por los súbditos de su colonia.

En cualquier caso, es evidente que el malestar de Caruana tiene que ver, sobre todo, con el nuevo tono de Londres. Así, reprocha a Hain que venga a decir, como la diplomacia española, que Gibraltar hará mejor en aceptar un acuerdo, porque la alternativa sería peor. También le acusa de querer convencer al Parlamento británico de que 'el Gobierno de Gibraltar sería poco razonable si no asistiera a las conversaciones'.

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