Una obra de Tirso de Molina reabre el teatro Pavón tras doce años cerrado

El madrileño teatro Pavón llevaba sufriendo 12 años de letargo, hasta que la compañía Zampanó decidió, hace dos, devolverlo la vida. Esta sala reabre sus puertas el jueves, tras varios meses de obras y una inversión de 500 millones de pesetas. Y dedicará su nueva etapa vital a adaptar a los clásicos y hacer sus montajes más asequibles al público joven. Los actores de Zampanó han elegido a Tirso de Molina y su Condenado por desconfiado, dentro del Festival de Otoño, para arrancar su flamante andadura. Amaya Curieses y José Maya son los responsables de Zampanó, una compañía madrileña que ...

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El madrileño teatro Pavón llevaba sufriendo 12 años de letargo, hasta que la compañía Zampanó decidió, hace dos, devolverlo la vida. Esta sala reabre sus puertas el jueves, tras varios meses de obras y una inversión de 500 millones de pesetas. Y dedicará su nueva etapa vital a adaptar a los clásicos y hacer sus montajes más asequibles al público joven. Los actores de Zampanó han elegido a Tirso de Molina y su Condenado por desconfiado, dentro del Festival de Otoño, para arrancar su flamante andadura. Amaya Curieses y José Maya son los responsables de Zampanó, una compañía madrileña que inició su andadura en 1981 con el objetivo de recuperar y actualizar a los autores clásicos para demostrar al público que aún siguen vigentes. Así que, después de la obra de Tirso, el Pavón ha programado Calderón enamorado y sesiones infantiles con El patito feo.

Pero el teatro Pavón siempre estuvo más bien alejado de los clásicos. Francisca Pavón lo mandó construir en 1924 y el propio rey Alfonso XII lo inauguró un año después. Allí, el género de la revista hizo famosas piezas como Las leandras. Después de la guerra civil, la revista quedó aparcada en beneficio del flamenco y la canción española hasta que, en 1940, se convirtió en cine. Sufrió varios cierres y reaperturas, hasta agosto de 1999, cuando fue descubierto por Amaya Curieses y José Maya. Ambos han previsto una curiosa fórmula de financiación: el público que lo desee podrá comprar una butaca con su nombre o todo un palco.

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