Lo barato es más rentable

Las compañías que ofrecen precios bajos mejoran en medio de la crisis

James Goodwin, el presidente de United Airlines, comunicó la semana pasada a sus empleados que la segunda compañía aérea del mundo sufría una hemorragia de dinero y tenía sus meses contados si los viajeros no volvían. Su rival, American Airlines, número uno mundial, anunció el miércoles pérdidas sin precedentes en el tercer trimestre: 441 millones de dólares.

Southwest Airlines presenta la buena cara del sector de la aviación civil en Estados Unidos. Para el mismo desastroso trimestre, la séptima compañía norteamericana presentó 151 millones de dólares de beneficios. Southwest se...

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James Goodwin, el presidente de United Airlines, comunicó la semana pasada a sus empleados que la segunda compañía aérea del mundo sufría una hemorragia de dinero y tenía sus meses contados si los viajeros no volvían. Su rival, American Airlines, número uno mundial, anunció el miércoles pérdidas sin precedentes en el tercer trimestre: 441 millones de dólares.

Southwest Airlines presenta la buena cara del sector de la aviación civil en Estados Unidos. Para el mismo desastroso trimestre, la séptima compañía norteamericana presentó 151 millones de dólares de beneficios. Southwest se ha convertido en un modelo nacional de aerolíneas baratas y es líder en Estados Unidos de esa vertiente del negocio. En sus 30 años de historia nunca ha despedido a nadie, plan que sigue vigente para sus actuales 32.000 empleados. A finales del pasado mes tenía 1.500 millones de dólares en el banco.

El mismo miércoles que anunciaba sus macropérdidas, American pedía 1.400 dólares por un vuelo de ida y vuelta Chicago-Washington-Chicago sin restricciones y en clase turista, la misma cifra que United. Idéntico vuelo en ATA, otra de las compañías baratas que rivalizan en agresividad con Southwest, costaba 199 dólares. La diferencia de precio no se justifica. Las grandes compañías ofrecen una comida a bordo, que puede perfectamente ser un taco, repartida en cajas que parecen de zapatos, y el pagar 1.400 dólares en vez de 199 no da derecho a una cerveza. Ya antes del 11 de septiembre el servicio era deplorable. En un vuelo San Diego-Chicago de American se pidió paciencia a los viajeros porque había dos azafatas menos de las debidas.

La ocupación de los aviones se recupera progresivamente en Estados Unidos, pero los aparatos siguen despegando con un número insuficiente de pasajeros, insostenible sangría que ha llevado estos días a las compañías a reanudar sus campañas publicitarias en prensa y televisión, suspendidas desde el 11 de septiembre. Las tarifas que anuncian Southwest o ATA en Chicago siguen siendo más atractivas para el viajero que las de American o United si no le importa salir del aeropuerto de Midway, más modesto que el de O'Hare, ni prescindir del tentempié o necesita volar de un día para otro.

El ejemplo de las espartanas Southwest o ATA -que venden el grueso de sus billetes directamente o por Internet, con lo que se ahorran el pago de comisiones a los agentes- es el que siguen algunas aerolíneas europeas, en particular en el Reino Unido, donde estas compañías con vuelos a precios de saldo se han hecho con el 20% del mercado en un lustro. Ryanair, líder continental, tuvo un 30% más de pasajeros el pasado mes de septiembre que en el mismo mes del año 2000, seguida muy de cerca por el 27% de incremento que registró EasyJet.

Ambas, junto con la popular Virgin, han detectado un aumento en el número de viajes de negocios, el deseado cliente de las compañías grandes. Un responsable de Go, otra de las pequeñas compañías británicas, que opera 13 rutas con la península Ibérica y tiene en España su principal fuente de recursos, comentaba estos días que el número de viajeros de negocios ha subido del 33% al 40% en el último año.

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