36 años de prisión para el joven de Cervera acusado de violar y asesinar a su novia

La Audiencia de Lleida ha condenado a 36 años de prisión a Serafín Cervilla por la violación y asesinato de su novia, Marina Ruiz, cuyo cadáver fue descubierto el 15 de febrero de 1999 en medio de las vías del tren en las afueras de Cervera (Segarra). Ayer, antes de hacerse pública la sentencia, el presidente del tribunal ordenó la detención y el ingreso en prisión de Cervilla para prevenir la posibilidad de una fuga. El acusado, que permaneció siete meses en la cárcel por este hecho, estaba en libertad bajo fianza.

La sentencia considera probado que Cervilla fue el autor de la muerte d...

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La Audiencia de Lleida ha condenado a 36 años de prisión a Serafín Cervilla por la violación y asesinato de su novia, Marina Ruiz, cuyo cadáver fue descubierto el 15 de febrero de 1999 en medio de las vías del tren en las afueras de Cervera (Segarra). Ayer, antes de hacerse pública la sentencia, el presidente del tribunal ordenó la detención y el ingreso en prisión de Cervilla para prevenir la posibilidad de una fuga. El acusado, que permaneció siete meses en la cárcel por este hecho, estaba en libertad bajo fianza.

La sentencia considera probado que Cervilla fue el autor de la muerte de su novia, con la que pensaba casarse ese mismo año, y fija para él una pena de 22 años de prisión por asesinato y 14 más por agresión sexual. La condena coincide con la petición del fiscal, quien en la última sesión del juicio, celebrado en la Audiencia de Lleida, aumentó la pena de 33 años a 36 al considerar agravante el ensañamiento con el que actuó el acusado, además de la alevosía y el parentesco.

La autopsia reveló que la mujer tuvo una muerte muy cruel. El cadáver de la víctima fue encontrado desnudo, con la cabeza destrozada, un mordisco en el pecho y un desgarro vaginal y anal. Según la tesis de la acusación, considerada válida por el tribunal, Cervilla abordó a Marina cerca de la empresa en la que trabajaba ésta, en el polígono industrial de Cervera, y la asesinó a traición y con gran brutalidad. Primero la golpeó en la cabeza con una barra de hierro hasta dejarla inconsciente en el suelo y a continuación, con ánimo libidinoso, desnudó a la víctima, la mordió en el pecho izquierdo y le introdujo la barra por la vagina y el ano destrozándole las entrañas. Finalmente, la estranguló presionando el cuello con las dos manos contra la vía del tren.

Durante la celebración del juicio, Cervilla, que siempre ha negado su participación en los hechos, demostró en todo momento una gran frialdad, la misma que le llevó después del crimen a participar en manifestaciones de condena y a intervenir en programas de radio y televisión para exigir que se hiciera justicia. Cervilla fue detenido meses después de que apareciera el cadáver de su novia, aunque a los siete meses obtuvo la libertad provisional tras pagar una fianza de dos millones de pesetas.

La principal prueba de la acusación, aparte de los testimonios aportados por amigos y familiares de Marina, ha sido un informe que indica que el molde de la dentadura del acusado es coincidente con la huella del mordisco que tenía la víctima en el pecho.

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